27-08-2016
Pepi Pan Afanador: “Hemos acabado con la externalización de las camareras de pisos en el Hotel Barceló Sancti Petri”
Ernest Cañada | Alba SudLa lucha de las delegadas sindicales de CCOO en Cádiz logra que el hotel acepte contratar de forma directa y bajo las condiciones del convenio provincial de hostelería a unas 40 camareras de piso hoy externalizadas.
Crédito Fotografía: Concentración frente al Hotel Barceló Sancti Petri, Cádiz.
El pasado 18 de agosto el Hotel Barceló Sancti Petri y el sindicado provincial de Comisiones Obreras en Cádiz llegaron a un acuerdo para cesar las concentraciones que desde mediados de julio venían realizándose en las puertas de ese establecimiento. Las acciones de protesta, con cada vez más presencia de delegados sindicales de la provincia y representantes de la Federación de Servicios de CCOO, fueron convocadas en demanda que las camareras de piso externalizadas, unas 40 trabajadoras, fueran contratadas directamente por la empresa principal y que sus condiciones laborales quedaran reguladas por el convenio provincial de hostelería.
A través del acuerdo alcanzado, la empresa se comprometió a que la próxima temporada de 2017 (el hotel cierra habitualmente entre los meses de octubre y marzo) las trabajadoras serían contratadas directamente por ella bajo las condiciones que marca el convenio, tal como pedían los representantes sindicales. A cambio el Sindicato Provincial de CCOO desconvocaba las jornadas de protesta previstas para los días 19 y 26 de agosto y 2 de septiembre. Asimismo se acordó que el Comité de Empresa velaría por el cumplimiento del acuerdo.
Debido a la importancia de la lucha contra la externacionalización, que supone un mecanismo extremo de precarización del trabajo en el sector hotelero, desde Alba Sud quisimos hablar con Pepi Pan Afanador, camarera de piso, sindicalista de CCOO, presidente del comité de empresa y delegada de prevención del Hotel Barceló Montecastillo Golf, así como una de las principales activistas sindicales en la lucha contra la precariedad laboral en la provincia de Cádiz. La organización de un grupo de trabajo de delegadas sindicales de prevención, en su mayoría camareras de piso, y el impulso de la movilización desde la calle nos muestra una experiencia de enorme interés de la que poder aprender y discutir sobre cómo se puede enfrentar la externacionalización de colectivos laborales centrales como el de las camareras de pisos desde el mundo sindical.
Antes que nada quería felicitarte por vuestro trabajo y el éxito que habéis conseguido.
Muchas gracias, pero este es un triunfo de todas las camareras de pisos.
¿Podrías contarnos cuál fue el origen de este proceso de lucha que habéis empezado en Cádiz?
Nos dimos cuenta que los hoteleros trabajan todos conjuntamente y entonces decidimos que nosotros íbamos a trabajar también todos juntos. Nosotros formamos un grupo de trabajo de CCOO a nivel provincial, con delegadas y delegados sindicales de prevención y salud laboral de la mayoría de los hoteles.
¿Cómo fue la conformación de ese grupo de trabajo?
Te cuento la historia, que esto no ha sido de hoy para mañana. Hace un año y pico, durante la negociación del convenio colectivo, algunas camareras de piso quisimos meter algunas mejoras en nuestras condiciones laborales. Yo estuve en la negociación del convenio y fue súper difícil, porque no son momentos para negociar convenios. Entonces un punto que se cayó fue el nuestro. Cuando terminó la negociación, algunas camareras de piso que estábamos ahí nos dijimos que ya estaba bien, que teníamos que hacer algo para que esto terminara, y con la ayuda de tu libro, Las que limpian los hoteles, eso te lo digo también, porque es la verdad, vimos que teníamos que hacer visible ante nuestro sindicato y a nivel público las condiciones en las que estábamos.
Entonces tuvimos dos o tres reuniones, nosotras solas, el grupo de camareras de pisos del sindicato, porque todas hablábamos el mismo lenguaje, todas tenemos los mismos problemas: la sobrecarga de trabajo, las condiciones laborales, las enfermedades,… Vimos que todas estábamos masacradas tanto física como psicológicamente, y decidimos que estos temas los teníamos que llevar a través de los comités de salud.
Entonces decidimos formar un grupo de trabajo en el que estuvieran representantes de los principales hoteles de la provincia de Cádiz, y que fueran delegadas de prevención, a ser posible camareras de piso, y si no lo eran tenían que ir acompañados de una camarera de piso. No queríamos discriminar a nadie pero nosotras lo sufrimos, nosotras lo padecemos, y un compañero delegado de prevención te puede saber que por la ley de riesgos laborales te pertenece esto, o se está incumpliendo tal cosa, pero nosotras sabemos cómo hacemos las habitaciones, en qué condiciones trabajamos, cómo están nuestros carros, nuestros cubos, todo.
También vimos claro que para solucionar estos temas necesitábamos nuestra organización sindical, y si teníamos que hacer alguna reclamación o notificarle algo a la empresa referente a un problema de salud la única firma que vale es la del delegado de prevención, no hay más. De cara a la empresa vimos que teníamos que trabajar a través de los delegados de prevención, pero luego cada delegado de prevención tiene que trasladarlo todo a su comité. ¿Quién lleva los temas de salud en las empresas? Los delegados de prevención. Pues ahí quisimos meternos. Y aunque el grupo estaba formado por camareras de piso, y esto yo lo tengo yo muy claro, nunca nos olvidamos del resto de nuestros compañeros. Nuestro trabajo repercute en toda la plantilla.
¿Y qué hicisteis cuando ya estuvisteis formadas como grupo?
Cuando tuvimos hecho el grupo, empezamos a tener reuniones desde el mes de abril o mayo. Vimos las deficiencias que teníamos en todos los hoteles y en qué condiciones estaban las camareras de pisos que estaban externalizados, que en la provincia de Cádiz son unos 13. En la mayoría de sitios no se cumple ni siquiera con el convenio de empresa, si no que siempre van a la baja. Pero en muchos no hay representación sindical y entonces no tenemos tanto conocimiento de lo que ocurre como en otros.
Además esta precarización laboral coincide con el fuerte incremento de turistas que hay en todas partes, lo cual hace más indignante si cabe esta situación.
Bueno, es horrible, yo me imagino que en toda España es igual, pero aquí en la provincia de Cádiz hay lleno completo. Yo pertenezco a otro hotel que ha triplicado los precios, no es broma, pero eso no va a repercutir en los trabajadores, al contrario, porque las plantillas están igual o más reducidas. Y todo por el simple hecho de tener la ley esta de la reforma laboral en su mano y utilizar el miedo que hay, por la crisis que tenemos. Están reduciendo plantillas y sobreexplotando a los trabajadores y a las trabajadoras, porque en hostelería estamos todos así, hay una carga de trabajo que es horrible, no hay tiempo real para poder realizar el trabajo que tenemos que hacer en nuestra jornada, es que no hay tiempo real.
¿Qué decidisteis hacer después de ver ese panorama?
Empezamos a ver que teníamos que hacer acciones, movilizaciones, concentraciones. A parte del trabajo que hacíamos en nuestras empresas, vimos que teníamos que movilizarnos en las calles, teníamos que hacerlo visible también fuera.
Imagino que por las propias condiciones contractuales era muy complicado que las camareras de piso externalizadas dieran ese paso.
Sí, era muy difícil porque estas trabajadoras, estas compañeras, al estar externalizadas, a las pobres el miedo les supera. Entonces sabíamos perfectamente que no se iban a poder poner con nosotros en la puerta de los hoteles, pero nosotros sabíamos a lo que íbamos, y entonces decidimos hacer concentraciones en los hoteles.
¿Cuál fue la primera acción?
El primer hotel en el que quisimos actuar fue el Senator, que está justo en el centro de Cádiz. Ese hotel ya estaba denunciado por nuestro sindicato ante la Inspección de Trabajo, porque el departamento de pisos también estaba externalizado, y la Inspección había dicho que tenía que aplicar el convenio de hostelería, pero la empresa hacía caso omiso. Entonces nosotros decidimos hacer una concentración, pero justo el día antes se reunieron con la organización sindical en Cádiz y se resolvió. Entonces no hizo falta hacer la protesta. Y entonces dijimos, venga, pues a por el siguiente objetivo.
¿Cuál era la situación en particular de las camareras de piso del Hotel Hotel Barceló Sancti Petri, en el que fue como tú dices vuestro segundo objetivo?
El delegado de CCOO que teníamos en ese hotel nos puso al corriente de las condiciones en las que estaban las camareras de piso: la plantilla estaba externalizada, no había camareras de plantilla de la empresa principal, cobraran 2,30 euros por hora y estaban contratadas por 6 horas pero realizaban 8 y 9 horas diarias, imagínate las pobres, venga a hacer horas, no tenían tiempo de descanso durante la jornada, y por lo tanto tampoco hacían ninguna comida.
¿Cómo se planteó el conflicto?
Cuando vimos todo eso dijimos que íbamos a tomar medidas, que íbamos a hacer concentraciones en la puerta del hotel hasta queconsiguiéramos que esas trabajadoras estuvieran reguladas por el convenio de hostelería de Cádiz, por el convenio provincial. Y dijimos palante. La primera concentración fue el 15 de julio. En total hicimos cuatro, nada más. La última fue el 5 de agosto. Teníamos previsto concentrarnos también el 19 de agosto y otros dos días más, pero justo el día antes llegamos a un acuerdo con la empresa y se suspendió.
Imagino que la empresa antes de llegar al acuerdo final intentó desactivar vuestra protesta.
Desde la primera convocatoria nos dijo que cómo estábamos haciendo esa barbaridad, que eso era un desprestigio para la empresa, y presionó a las camareras, que yo tengo constancia de que las llamaron y las metieron en una habitación y les dijeron que su contrato era legal. También les dijeron que les iban a subir a 8 horas, que iban a tener su tiempo de descanso y que les subirían el salario a 720 euros al mes. Pero que tenían que firmar un acuerdo en el que venía que ellas estaban en contra de las movilizaciones que estábamos haciendo los delegados sindicales en la puerta del hotel.
Entonces el delegado que teníamos en el hotel, siempre aconsejado por nosotras, por nuestro sindicato, habló con ellas y les explicó que eso era una miseria, una migaja, y que lo que teníamos que conseguir era que estuvieran reguladas por el convenio de hostelería, con la mismas condiciones. Nosotras no pudimos tener contacto directo con las trabajadoras, pero él sí, hablaba con ellas a diario. Por supuesto sabíamos perfectamente que ninguna camarera de ese hotel iba a estar en las concentraciones, porque nos han echado fotos, bueno, lo típico. Al final las trabajadoras no firmaron nada. Y nosotros seguimos allí, movilizándonos, y el grupo cada vez era más numeroso y hacíamos más ruido. Entonces al final la empresa dijo que quería que ya solucionáramos esto.
¿En qué consistió el acuerdo?
El acuerdo establece que en la temporada 2017 este hotel, que es de temporada, o sea que cierra en octubre o noviembre y no abre hasta febrero o a más tardar en marzo, las camareras de piso van a ser contratadas por la empresa principal, por Barceló. Esto afecta a unas cuarenta trabajadoras. Y claro, que estarán reguladas por el convenio de hostelería. Eso es que se terminó la externacionalización.
Es un triunfo importante.
Estamos contentos porque demostramos a nuestras compañeras que no está perdido nada, que con la lucha se puede conseguir, que no hay otra forma de conseguirlo, que los comités de empresa, cuando son fuertes, pueden conseguir cosas. Yo a mis compañeros les digo siempre que nos encontramos con las manos atadas con las trabajadoras externalizadas, porque no las podemos defender, entonces para defenderlas tenemos que ponernos así, luchando en la calle y que nos vean, que se publicite en que condiciones tienen a sus trabajadoras estos empresarios, esos hoteleros. Yo estoy súper contenta con este triunfo porque se ha abierto un camino, y de que el sindicato al que pertenezco, CCOO, es quien está haciendo este camino. Que los hoteleros, los empresarios, los cortijeros, se enteren que estamos aquí, que tenemos dignidad en nuestro trabajo, que somos profesionales y que ante todo reivindicamos nuestras funciones, que sabemos cuáles son, y que no nos ninguneen, que para la mayoría de las empresas no somos nadie.
¿Cómo valoras personalmente la experiencia?
Me ha encantado porque, más o menos, yo a mis compañeras y compañeros, los delegados de prevención y miembros del comité de otros hoteles, los conocía de alguna concentración, pero el contacto directo que hemos tenido con estas reuniones, nos han hecho acercarnos, y nos han hecho ser fuertes. Y decir, oye, que estamos aquí. Y en todo este proceso hemos tenido el apoyo de nuestro sindicato provincial y de nuestra federación. Aquí los delegados nos unimos y supimos luchar, y si se nos cierra una puerta, abrimos otra, y si esta otra también está cerrada pues otra, no hay otra forma, que las cosas se consiguen luchando. Esto es una carrera de fondo, pero para mi esto es una satisfacción muy grande, oye, que se puede hacer, que se pueden conseguir cosas, y lo principal es que ya hemos empezado.
¿Tu crees que este proceso de alguna manera influye también en el sindicato en la forma de ver las condiciones de las camareras de piso y en las estrategias sindicales para hacerles frente?
En la provincia de Cádiz nuestro sindicato sí que ha conseguido cosas. El nuestro es el segundo mejor convenio de Andalucía, después del de Málaga, y es verdad que siempre ha estado apoyando a las camareras de piso. Pero es evidente que había un problema y que no se estaba solucionando. Por eso las delegadas nos pusimos delante del sindicato y hemos dicho que esto se soluciona, sí o sí, que tú puedes no tener medios, pero hay que hacerlo, hay que luchar, y por lo menos empezar, que después no se consigue nada, bueno, pero tenemos derecho al pataleo.
Actualmente ya hemos hecho evidente la situación que estamos sufriendo las camareras de piso, con la ayuda de tu libro, siempre lo digo. Cualquier español que va ahora a un hotel a disfrutar de sus vacaciones y ve a una camarera de pisos ya no la mira igual, y dice, vaya, la pobre, a saber cuántas habitaciones tendrá que esta haciendo. Ahora hemos hecho este grupo de trabajo y tenemos que hacerle ver al sindicato que tiene que actuar ya, que no podemos seguir así. Las mujeres estamos acostumbradas a trabajar, pero le exigimos a nuestro sindicato que hay que actuar ya, y que nos tienen que apoyar. A lo mejor soy un poco dura, pero yo exijo mucho, no al sindicato solo, a mi y a cualquiera.
Muchas gracias.
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