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23-06-2011

Destituciones en el PNUD de República Dominicana

Durante este mes de junio de 2011 fueron destituidos Miguel Ceara Hatton, coordinador de la Oficina de Desarrollo Humano, y Pável Isa Contreras, coordinador del proyecto de los informes provinciales de desarrollo humano. Reproducimos sus comunicados públicos.

 


Crédito Fotografía: Pável Isa Contreras. Fotografía de Giorgio Trucchi / ALBA SUD

Pável Isa Contreras colaboró con ALBA SUD y el GIST en el libro Turismo placebo, con el artículo “Expansión y agotamiento del modelo turístico dominicano. El turismo en los informes de desarrollo humano”. El artículo, en base a las investigaciones desarrolladas por la ODH, ponía en evidencia, entre otras cosas, cómo las provincias que más se habían especializado en el turismo presentaban un pobre resultado en cuanto a mejoras en el bienestar social de su población. De hecho, los informes sobre desarrollo humano y ahora su análisis pormenorizado por provincias se había convertido en un referente crítico para la sociedad civil dominicana con los que entender lo que estaba ocurriendo en el país. Desde ALBA SUD lamentamos estos hechos y nos sumanos a las muestras de solidaridad con los afectados.

A continuación reproducimos el comunicado público de Pável Isa Contreras en agradecimiento de las distintas muestras de solidaridad y reivindicando el papel estratégico de la investigación social autónoma y comprometida realmente con el desarrollo y el bienestar de la mayoría de la población de países empobrecidos como República Dominicana.

 

DECLARACIÓN DE PÁVEL ISA CONTRERAS SOBRE LA CRISIS EN EL PNUD
Agradezco profundamente las muestras de solidaridad de la ciudadanía y de numerosas organizaciones de la sociedad civil para con el equipo de la Oficina de Desarrollo Humano (ODH) del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Las reacciones de indignación frente a lo sucedido y las muestras de apoyo que hemos recibido revelan que en este país existe una ciudadanía activa, que reclama su derecho a la información y a contar con investigaciones y análisis independientes y comprometidos con la equidad, la justicia y el desarrollo.
Nunca fui informado por parte de la gerencia del PNUDsobre cualquier inconformidad respecto a mi desempeño laboral y que justificara la no renovación de mi contrato. Esto me lleva a la conclusión de que la razón está vinculada a mi participación en el debate público sobre temas de interés nacional.
Creo que esto no se trata, como se ha argumentado, de una supuesta violación a las normas internas de la organización, cuestión ésta que puede ser objeto de interpretación y discusión.  Se trata más bien de las perspectivas críticas de esas intervenciones  en el debate público.
La Oficina de Desarrollo Humano realizó un trabajo académico que trató de contribuir al diseño de políticas públicas y cuestionó el orden político, económico y social que ha restringido históricamente las oportunidades y las libertades a una gran parte de la población dominicana. Las acciones de la gerencia del PNUD en República Dominicana pretendieron acallar esos análisis y su divulgación, y el equipo no estuvo dispuesto a autocensurarse.  Considero que este es el fondo del asunto.
En mi opinión, en todos los países del mundo, el PNUD tiene una importante labor la cual debe responder a dos objetivos. Por una parte, proporcionar conocimiento y análisis para comprender algunos de los desafíos más urgentes a los que se enfrenta el país; analizar las implicaciones de las políticas públicas para el desarrollo humano; y lo que es más importante, generar información y conocimiento  para el empoderamiento social. Por otra parte, el PNUD debe acompañar a los Estados y a los gobiernos en acciones concretas que aporten a ese proceso.  Sin embargo, en la concreción de esos dos objetivos  pueden surgir contradicciones debido a que dichos esfuerzos requieren de una visión crítica del ejercicio del poder en los Estados y de las gestiones de las políticas públicas.  Mientras menos clara es la visión respecto a la importancia del empoderamiento social para avanzar hacia el desarrollo humano, y mientras más intolerante es el poder, mayores posibilidades hay  deque surjan conflictos. La mayoría de las veces -como ha sido en anteriores gestiones en el país- los Representantes Residentes del PNUD navegan con éxito entre estas dos aguas; en otras ocasiones no lo logran. Este último es el caso de la gerencia actual en la República Dominicana.
Es mi sincero deseo que como resultado de la crisis que se ha desatado en el PNUD, se adopten mecanismos más claros y efectivos para promover las transformaciones que demandan las sociedades de los países en desarrollo, los cuales pueden implicar enfrentar poderes fácticos y formales.Pero más importante aún es que este conflicto contribuya a fortalecer la capacidad ciudadana de exigir mayor coherencia entre los objetivos de esos organismos y las acciones efectivas que llevan a cabo en los países en que trabajan, máxime cuando esas instituciones- como es el caso del PNUD en el país- reciben fondos públicos del Estado.
En mi calidad de miembro del equipo de la ODH y como profesional del área de la economía, he procurado siempre hacer mi trabajo de la forma más rigurosa posible, usando el marco analítico del desarrollo humano, el cual es hoy día es un bien público, de todos y todas. Mi compromiso, como académico y ciudadano, seguirá siendo ofrecer información y análisis para el empoderamiento de la sociedad.
 
DECLARACIÓN PÚBLICA DE MIGUEL CEARA-HATTON SOBRE LA DESARTICULACIÓN DEL EQUIPO DE DESARROLLO HUMANO 
En los últimos ocho años he trabajado para que la Oficina de Desarrollo Humano del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo en República Dominicana se mantuviera como un espacio independiente y académico. Tal y como recordaba la administradora del PNUD, Helen Clark, en el lanzamiento del último Informe Mundial de Desarrollo Humano "no todos acogen siempre con satisfacción los mensajes que transmiten los informes de desarrollo humano.

Sin embargo, si los informes nunca abordaran los temas polémicos ni provocaran debates intensos y fundamentados sobre las cuestiones que nos preocupan a todos, no estarían expandiendo los límites del pensamiento sobre el desarrollo". Esta reflexión recoge lo que ha sido nuestra misión y nuestro mandato.

Con mucho esfuerzo y dedicación, el equipo de investigadoras e investigadores que he coordinado ha trabajado para tratar de contribuir al diseño de políticas públicas que aumenten las capacidades de las personas para llevar la vida que desean.

Y hemos tratado de ofrecer información, análisis y propuestas, fruto de la rigurosidad que exige el trabajo académico y siguiendo los principios del enfoque de desarrollo humano, que favorece el empoderamiento de la sociedad dominicana.

Sin embargo, la gerencia del PNUD en República Dominicana ha adoptado medidas que suponen el cierre del proyecto, al menos con el equipo que hasta ahora trabajaba y tal y como estaba concebido.

El desmantelamiento ocurre a pesar de que los Informes Provinciales de Desarrollo Humano, la principal actividad del equipo actualmente, disponen de financiamiento para continuar, están cumpliendo con los resultados esperados y cuentan con gran interés por parte de muchas instituciones del Estado dominicano, de las organizaciones y personas en las provincias y municipios, así como de la sociedad en general.

Agradezco a las múltiples personas que han acompañado y han hecho posible nuestro trabajo en estos años, a las instituciones del Estado, organizaciones de la sociedad civil, medios de comunicación, organismos de cooperación internacional, a las agencias de Naciones Unidas, al equipo de investigación que ha colaborado con los diversos proyectos, al personal del PNUD en República Dominicana, a los colegas de las oficinas de desarrollo humano de otros países, al Bureau para América y el Caribe del PNUD en Nueva York.

Reitero mi lealtad al conocimiento y el compromiso con el trabajo intelectual, riguroso e independiente. Continuaré desde otros espacios, como lo he hecho en los últimos 30 años, comprometido con la sociedad dominicana para mejorar la calidad de vida de la gente y para que el desarrollo humano sea una cuestión de derechos y no de poder como es actualmente.