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Artículo de Opinión | Territorio y recursos naturales | Argentina

17-01-2022

La Universidad piensa los turismos posibles y necesarios

Rodrigo Fernández Miranda | Alba Sud

El Centro de Estudios de la Economía Social y el área de Turismo de la Universidad Nacional de Tres de Febrero de Argentina ponen en marcha una Tecnicatura y Licenciatura en Turismo con orientación en Economía Solidaria. ¿Cómo y por qué la Universidad pública orienta su formación en turismo hacia la Economía Solidaria? ¿Cuáles son sus principales retos?


Crédito Fotografía: UTREF.

La crisis sanitaria ha generado cambios relevantes en dimensiones diversas de la realidad. También está poniendo de relieve problemáticas preexistentes que afectaban a diferentes territorios, comunidades, sectores sociales o actores económicos. En América Latina en general, y en Argentina en particular, uno de los ámbitos y prácticas sociales de alta relevancia que ha sido inexorablemente impactado y problematizado por la irrupción de la pandemia es el turismo.

En un primer momento de la pandemia se detuvo o restringió abruptamente el movimiento de personas y de bienes, y con ello la actividad turística fue literalmente frenada en Argentina, al igual que en prácticamente el resto del planeta. Pasados más de veinte meses desde las primeras medidas de aislamiento social en el país, el turismo está retomando de manera progresiva pero principalmente dentro de las fronteras del país.

A partir de ahora, sin embargo, parece pertinente volver a preguntarse sobre cuáles son y cuáles deberían ser las prioridades, las necesidades y los horizontes de los agentes involucrados en el sector: los prestadores, el Estado, los y las turistas, y las comunidades. ¿Qué objetivos deberían perseguir en esta recuperación? ¿Cuál es el papel que debería jugar cada uno de estos actores? ¿Es imperativo el regreso lo más acelerado posible a los modos de producción y de consumo turístico previos a la pandemia?

Ante este nuevo escenario que emerge en Argentina, más que de una urgencia por recuperar lo perdido o por restablecer la situación anterior,se abre la posibilidad de repensar colectivamente el modelo de turismo para el país: quiénes son sus beneficiarios, cuáles son sus impactos o de qué manera el distribuyen las ganancias que genera la actividad. Y esto, como primera condición necesaria, implica un diálogo para la construcción de nuevos consensos que no excluya a ningún agente vinculado a esta actividad.

Una de las expresiones que cuenta con una importante trayectoria y una presencia creciente en muchas comunidades argentinas es el denominado turismo solidario. El turismo solidario integra una diversidad de experiencias cooperativas, mutuales, sindicales, de base comunitaria y organizaciones campesinas e indígenas. Se trata de un conjunto que es conceptual, empírica y propositivamente plural, y está constituido por agentes asociativos, no lucrativos y democráticos que proponen un turismo ambientalmente sostenible, económicamente equitativo y socialmente inclusivo.

Este futuro post shock empieza a llegar, habitado por nuevas preguntas, temores y sensibilidades en la ciudadanía, y en muchos casos con una mirada crítica sobre el modelo dominante en la prepandemia. En este contexto naciente el turismo solidario se presenta como una opción que puede ser revalorizada. Para ello el punto de partida será su conocimiento y reconocimiento como actores necesarios y relevantes de la economía argentina en general y del turismo en particular. A pesar de su impacto positivo en las comunidades receptoras, el turismo solidario tiene un nivel mucho menor de visibilidad y valoración social que otras expresiones turísticas en el país.

Los turismos desde la mirada de la Universidad pública

La Universidad pública constituye una instancia central desde la cual se problematiza la realidad, se construyen sentidos, nuevo conocimiento y articulaciones con agentes económicos y sociales en los territorios. Un espacio en el que no solamente se producen y reproducen saberes y contenidos, se contribuye al desarrollo de personas y las comunidades, sino en el que también puede construirse y desplegarse la ciudadanía (Tonon, 2012).

A partir de 2020, y sobre la base de una articulación entre el Centro de Estudios de la Economía Social y el área de Turismo en la Universidad Nacional de Tres de Febrero de Argentina comenzó a gestarse la Tecnicatura y Licenciatura en Turismo con orientación en Economía Solidaria. Con ello se pretende aportar una perspectiva amplia y diversa de este campo que incluya a todos los actores y perspectivas, pensar y proponer desde el espacio académico otros turismos posibles y necesarios en el país.

Esta propuesta de educación superior responde a la necesidad de que desde la Universidad pública se estudien, se acompañen, se generen instancias de intercambio y reciprocidad, y se fortalezcan formas de hacer el turismo que potencien un desarrollo local sostenible y equitativo. Aprobada en diciembre de 2021 por el Ministerio de Educación de la Nación y aún en proceso de construcción, la carrera pretende reconocer y dar cuenta de la diversidad de maneras de entender y de llevar a la práctica la actividad turística.

Para avanzar en dicha dirección, en líneas generales, la estrategia pedagógica se basa en la pluralidad. Por una parte, además del despliegue de contenidos tradicionales sobre turismo, la Carrera ofrece materias específicas sobre Economía Social y Solidaria, agrega módulos sobre esta temática en asignaturas troncales y adiciona seminarios optativos que puedan enriquecer esta perspectiva. Para poder valorizar estos saberes populares y prácticas comunitarias sobre turismo se suman a los equipos docentes de la Carrera a profesionales de este sector del turismo solidario.

Fuente: RATURC.

Por otro lado, la oferta académica se complementa con otra estrategia: el impulso y el acompañamiento de proyectos de extensión y capacitación en articulación con las organizaciones, el Estado y actores comunitarios. Con estos dos lineamientos de acción la Carrera pretende aportar una perspectiva plural, amplia y diversa de este campo, una convergencia entre la teoría y la práctica que incluya a todos los actores y miradas, y que pueda materializarse en la incubación de iniciativas asociativas en los territorios.

De este modo, la idea de este espacio en construcción apunta a trabajar de forma imbricada lo académico y lo territorial. En el primer caso, llegando con dos niveles de educación superior virtual, tecnicatura y licenciatura, a potenciales interesados en el turismo que residen en cualquier rincón de la geografía del país. En el segundo, construyendo articulaciones con otras facultades de turismo, los Estados y los actores locales, principalmente para el desarrollo y el fortalecimiento de procesos de desarrollo turístico asociativos que tengan una base comunitaria.

En todos los casos, la Universidad asumirá el reto de abarcar dos dimensiones complementarias del turismo solidario. Por una parte, la propia actividad turística, la calidad y la innovación en la prestación de servicios, o las capacidades para la planificación y la comercialización de estos. Por otro lado, la idea también abarca el fortalecimiento asociativo de estos agentes, con el fin de que puedan potenciar sus procesos de gobierno y gestión colectiva, participativa, horizontal e integrada en cada comunidad local.

No es un dato anecdótico que el acuerdo para el impulso de esta propuesta se haya construido en tiempos de aislamiento social. La Carrera, en cuya presentación participaron integrantes del Ministerio de Turismo y Deporte de la Nación y de Alba Sud, entre otros, tendrá el desafío de integrar con eficacia a las organizaciones del turismo solidario argentino a la Universidad. Ya sea en sus equipos docentes, como alternativas en sus prácticas profesionalizantes, en los consejos consultivos o en sus proyectos de extensión hacia los territorios, las experiencias solidarias tendrán que ser parte del proceso para poder multiplicar su impacto.

Este es un primer paso que, con costes accesibles, un sistema de becas y apoyado por las posibilidades que brinda la educación virtual, ofrece a la Universidad la oportunidad de asumir un renovado compromiso con la esfera de lo común y con el bienestar de las comunidades. Porque seguramente el reto no consiste en recuperar lo perdido sino en poder construir algo mejor,se está poniendo en marcha una propuesta de educación superior con el espíritu de abonar a una reconfiguración más equitativa del futuro del turismo, vinculado con las necesidades sociales, que aporte a un desarrollo local sostenible y a la inclusión social, económica y cultural.

 

Referencias:
Tonon, G. (2012). Las relaciones universidad – comunidad: un espacio de reconfiguración de lo público. Polis Revista Latinoamericana, 32.
Este artículo se publica en el marco del proyecto “Plataforma de investigación en turismo, derechos humanos y equidad de género sobre América Latina. 2a Fase”, ejecutado por Alba Sud con el apoyo de la ACCD (convocatoria 2020).