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19-03-2021

Hotel Ibis-Batignolles (París): camareras de piso en lucha contra la externacionalización

Thibaud Szpyrka | Univ. Angers

Más de un año y medio después continúa la huelga de las camareras de piso, en su mayoría de origen africano, de un hotel parisino del grupo Accor. Exigen el fin de la externalización y mejoras en sus condiciones de empleo.


Crédito Fotografía: camareras de piso del hotel Ibis Batignolle. Imagen de Tiziri Kandi.

Desde julio de 2019 las camareras de piso del hotel Ibis Batignolles, ubicado en París y vinculado al grupo Accor, están en huelga para reivindicar mejoras en sus condiciones laborales. Con sus movilizaciones tratan de hacerse visibles, a pesar de las dificultades para manifestarse en el espacio público desde el inicio de la pandemia de COVID-19. En su mayoría de origen africano, demandan ser internalizadas en el hotel, y poner fin a su externalización. En la actualidad, las camareras de piso del hotel Ibis Batignolles, uno de los más más grandes del grupo con 706 habitaciones, están contratadas por la empresa externa STN

Desde hace unos años, la movilización de las camareras de piso es cada vez más frecuente, según cuenta en entrevista telefónica realizada el pasado 10 de febrero Tiziri Kandi, animadora sindical de la CGT-HPE, una rama de la Confederación General del Trabajo especializada en el sector de la hostelería económica y de prestigio, a la cual están afiliadas numerosas trabajadoras del Hotel Ibis Batignolles. Esta lucha sindical ya ha sido un éxito en una quincena de estructuras hoteleras donde la movilización ha llevado al fin del uso de la subcontratación y a la reinternalización de las actividades de limpieza y mantenimiento en los hoteles. 

Aparición del movimiento

Al igual que huelgas muy mediatizadas, como las del hotel del Park-Hyatt de Paris-VendomeHoliday Inn de Clichy o en el NH Collection de Marseille, la huelga de las camareras de piso del hotel Ibis Batignolles nació de una protesta por unas condiciones de trabajo muy difíciles, vinculadas a la intensificación de las tareas y a una remuneración insuficiente, incoherentes con el tiempo de trabajo. En el caso específico del Ibis Batignolles, la huelga inició con lo que Tiziri Kandi llama “un ataque patronal”.

A principios de julio 2019, trece camareras de piso del hotel Ibis Batignolles se vieron obligadas a reducir sus cargas de trabajo por causa de una decisión médica a causa de los problemas de salud asociados a la enorme carga de trabajo que estaban realizando. En ese momento, la dirección decidió trasladar a las camareras de piso a otro hotel de gama más alta, donde las exigencias profesionales son más elevadas, en vez de redistribuir sus tiempos de trabajo. Además, este nuevo hotel está muy alejado del Ibis Batignolles, lo que obliga a esas mujeres a cambiar sus hábitos de vida después de haber pasado más de quince años trabajando en el mismo hotel. Algunas de ellas fueron trasladadas al Hotel Mercure Suffren, "también llamado Mercure souffrance (Mercure Sufrimiento) por las trabajadoras”, según relata Tiziri Kandi, en referencia a unas condiciones de trabajo especialmente duras. Para las trabajadoras esta decisión de la empresa fue una forma indirecta para forzarlas a dimitir. 

As es como nació el movimiento. La huelga empezó en julio de 2019, cunado más de treinta camareras de piso se afiliaron al sindicato CGT-HPE para poder hacer manifestaciones de manera legal y plantear sus reivindicaciones en frente del hotel. Su principal reivindicación es poner fin a la externalización y ser internalizadas. Además, demandan el establecimiento de un pago de 7,24 euros para almorzar (que es uno de los beneficios que tienen quienes están contratados directamente por el hotel), así como que la empresa les provea de ropa de trabajo y la instalación de un marcador de tarjeta para tener el cálculo total y preciso de sus horas de trabajo. De hecho, las horas extraordinarias son muy frecuentes, debido a las cargs laborales impuestas, pero raramente pagadas, según el testimonio de una de las trabajadora a France 3.

Camareras de piso del hotel Ibis Batignolle. Imagen de Tiziri Kandi. 

Las camareras están sometidas a un ritmo de trabajo muy intenso: 3,5 habitaciones por hora, lo cual muchas veces es imposible y eso las obligan con frecuencia a tener que hacer horas extraordinarias, a pesar de que estar contratadas a tiempo parcial por un salario de 700 euros mensual. “Según los días, tenemos que hacer 30 a 40 o 50 habitaciones por día”, subraya Sylvie Kemissa, camarera de piso en declaraciones recogidas por Le Monde. Frente a esas reivindicaciones, la empresa subcontratada, STN, les ofreció 2,5 euros para almorzar y una bebida en lata. Una propuesta considerada insultante por las huelguistas, ya que no les permite almorzar de manera decente.

Sí esta proposición de la empresa STN puede parecer irrisoria, la del grupo Accor es inexistente. Durante una entrevista concedida Radio France Inter el 20 de octubre 2020, el director general del grupo recordó que esas camareras de piso no trabajan directamente para el grupo Accor. También dijo que esperaba que en el futuro quizás se podría convencer a los clientes para que las habitaciones fueran limpiadas únicamente cada dos días. En la misma entrevista reconoció que las condiciones de trabajo de este colectivo eran muy difíciles, pero acusó al sindicato que representa a las trabajadoras de no querer llegar a un acuerdo.

Según la animadora sindical Tiziri Kandi, la negativa de la empresa a internalizar a estas trabajadoras no es únicamente financiero. Obedece al temor que este tipo de reivindicaciones se difundan en otras estructuras del grupo. 

Durante 9 meses las huelguistas se concentraron diariamente frente al hotel hasta que desde marzo de 2020 la movilización presencial tuvo que detenerse a causa del confinamiento sanitario por la pandemia de COVID-19. La movilización sigue desde entonces en los medios de comunicación y en algunas acciones como la ocupación puntual de vestíbulos de hoteles.

Durante todo este tiempo el sindicato CGT-HPE ha contribuido con una parte del salario de las trabajadoras gracias a un fondo de huelga y una caja de resistencia online. Desde el mes de marzo 2020, las camareras de piso benefician del plan de actividad parcial, y reciben una parte de sus salarios gracias a las ayudas del Estado.

Por su lado, el grupo Accor pone de relieve sus dificultades financieras debidas a la crisis sanitaria para justificar el uso de la externalización. En paralelo, el 20 de febrero de 2020 el periódico económico francés Les Echos felicitó al grupo Accor por su rendimiento económico, así como el billón de euros distribuido entre sus accionistas mediante recompra de acciones.

La externalización, fuente de todas las reivindicaciones

Todas las reivindicaciones de las camareras de piso dependen directamente de sus condiciones de trabajo duras debidas a la subcontratación. Según algunos investigadores, la limpieza y el mantenimiento de los hoteles representan hasta un tercio de los gastos de las estructuras. (Isabell Puech, 2002). Externalizar estas tareas permite entonces reducir los gastos y sobre todo no pagar las cargas sociales que implicaría la internalización del personal de mantenimiento. Los hoteles prefieren confiar esas tareas a empresas de subcontratación como STN que saca beneficios reduciendo los salarios al máximo y aumentando el volumen de trabajo. Esos contratos de externalización benefician por otro lado de una cláusula de movilidad que permite a los hoteles desplazar el personal de un sitio a otro en función de sus necesidades. De hecho, los hoteles varían el número de camareras de piso en función de la demanda (Stéphane Ducrocq, 2013). 

La subcontratación hace que el vínculo social, la asistencia mutua y la sindicalización sea mucho difícil entre las trabajadoras y trabajadores. A veces, se encuentran dos o tres empresas subcontratadas en un mismo hotel, lo que genera condiciones de trabajo diferentes entre varios grupos de trabajadores y un estallido de las relaciones laborales. Una situación que no favorece la sindicalización ya inicialmente complicada en el sector del turismo y de la hostelería (Cañada, 2020). La hostelería es el sector profesional con la tasa de sindicalización más baja, estimada en un 2% contra un 8% en lo que se refiere a la media de los otros sectores laborales (Guégnard, 2010). 

Camareras de piso del hotel Ibis Batignolle. Imagen de Tiziri Kandi. 

En el caso del hotel Ibis Batignolles, Tiziri Kandi explica que la mayoría de los sindicatos desean poner fin a la huelga, juzgando el grupo Accor demasiado importante y el resultado del movimiento incierto: “Llamaron a los maridos de las camareras de piso para decirles de no dejar a sus mujeres hacerse instrumentalizar y hacer el piquete de huelga". A lo que añadió: "Los sindicatos de limpieza están financiados por los empresarios”.

El sistema de subcontratación se traduce en condiciones de trabajo especialmente difíciles. Según un informe del Instituto Nacional Estadístico y Económico Francés (INSEE) de 2018, los empleados de la limpieza son mayoritariamente representados por mujeres (un 58%), y trabajan dos veces más a tiempo parcial (un 44%) que el resto del sector de los servicios en la empresa. Las mujeres representan el 79,5 % de los tiempos parciales en Francia, y una proporción creciente de ellas lo vive como un tiempo parcial no deseado (Souquet y Geay, 2018).

Desigualdades vinculadas al género y al origen geográfico

El colectivo de camareras de piso está esencialmente feminizado y hay una gran proporción de ellas que son de origen inmigrante, y eso no es una casualidad. Ubicado en un barrio popular de la capital francesa, el hotel Ibis Batignolles emplea esencialmente a mujeres de origen africano. Algunas de ellas no saben leer y otras casi no hablan francés, mientras que otras, aunque están graduadas en universidades de sus respectivos países, no tienen un título reconocido en Francia.

Según Tiziri Kandi, esas mujeres son priorizadas en la contratación porque supuestamente aceptan más fácilmente las condiciones laborales impuestas por el sistema de subcontratación. “Cuando interrogamos el sistema de contratación, es frecuentemente que la responsable del hotel pregunte a la camarera de piso si conoce a una amiga, a una hermana o a una prima que quiera trabajar, y es así como los hoteles se encuentran con trabajadoras de la misma familia que vienen exactamente de la misma región del Malí, por ejemplo”, explica Kandi.

Más allá del caso del hotel Ibis Batignolles, estas características son compartidas por una gran parte de la mano de obra empleada en el sector del turismo y hostelería. (Abellán et al., 2021). E incluso se ha descrito cómo las madres solteras con muchos hijos a cargo están sobrerrepresentadas en el sector laboral de la limpieza. (Puech, 2002). Para muchas trabajadoras sus perspectivas laborales son muy reducidas, por lo no pueden arriesgarse a perder su empleo, aunque sea a tiempo parcial. "Fragilizadas por sus características personales, las camareras de piso acumulan precariedad, intensificación del trabajo, disponibilidad temporal, debilidad de las remuneraciones” (Guégnard, 2010).

En el caso de las trabajadoras inmigradas, la problemática de la obtención o de la renovación del permiso de residencia se agrega a esas dificultades. Estas trabajadoras tienen que renovar cada año sus permisos de residencia para poder quedarse en Francia, aunque la mayoría de ellas hayan sido empleadas en el mismo hotel desde hace unos diez años. Esta renovación es imposible si no tienen empleo. Dejar este trabajo a tiempo parcial por causa de condiciones de trabajo duras, equivaldría a correr el riesgo de ser expulsada del territorio nacional.

La falta de perspectiva de empleo y sus situaciones administrativas incómodas las obligan a aceptar el sistema hiperflexible del empleo subcontratado asociado a condiciones de trabajo muchas veces pecuarias y físicamente muy intensas: “parecen ser el grueso de la fuerza laboral del turismo con pocas posibilidades de desarrollar una carrera laboral larga, por lo que la rotación es también una de las principales características del trabajo en este tipo de actividades” (Cañada y Murray, 2019).

Perspectivas de la huelga

La huelga de las camareras de piso del Hotel Ibis Batignolles sigue desde hace año y medio. A pesar de la gran repercusión en los medios de comunicación de la movilización, el grupo Accor no parece dispuesto a discutir del modelo de organización laboral basado en la externalización del mantenimiento de sus hoteles y el uso de la subcontratación. 

Sin embargo, el 16 de diciembre 2020 las huelguistas recurrieron al juzgado de lo social (Prud’hommes en Francia) para obtener la internalización del trabajo. Su abogado, Salim Ben Achour, desea plantear “el juicio de la subcontratación”, según las palabras recogidas por el periódico Ouest France. En su demanda, las camareras de piso se apoyan en el hecho de que las órdenes de trabajo son directamente dadas por las gobernantas internalizadas del hotel Ibis Batignolles, lo que representa una relación de subordinación probada que permitiría impugnar el sistema de subcontratación. A esto se añade un motivo de “perjuicio moral relacionado a la discriminación".

Más allá de este ejemplo, Iván Murray y Ernest Cañada se atreven a comparar la externalización en el sector laboral del turismo con la deslocalización en el sector de la industria. Frente al fuerte anclaje geográfico del fenómeno turístico que excluye la posibilidad de deslocalizar algunos campos de actividad, la externalización parece ser una estrategia económica neoliberal de sustitución adecuada en ese sector. La deslocalización conduce hacia una explotación de trabajadores de países pobres en esos mismos países. Mientras que la externalización en el caso del hotel Ibis Batignolles conduce hacia una explotación deciudadanos de esos países pobres, pero sin moverse.

 

Referencias:
Abellán Calvet, N., Izcara Conde, C., López Ballart, A., Salvador Almela, M., (2021), Desigualdades de género en el mercado laboral turístico. Barcelona: Alba Sud Editorial, colección Informes en Contraste, 14. 
Cañada, E. (2021), Trabajo turístico: nuevos riesgos de precarización postpandemiaAlba Sud, 04/01/2021 
Cañada, E. y Murray, I. (2019). Turistificación global, perspectivas críticas en turismo. Barcelona: Icaria Editorial. 
Cañada, E. (2016), Externalización del trabajo en hoteles, Impactos en los departamentos de pisos. Barcelona: Alba Sud Editorial. 
Ducrocq, S. (2013), Externalisation de l’activité ou sous-traitance des licenciements? Le Droit Ouvrier, 776, 187-195. 
Guégnard, C. y Mériot, S-A. (2010), Hôtels et dépendances Travail et Emploi, 121, 55-66.
Guillaume, C. (2018). Chapitre 1. La représentation des femmes dans le monde du travail. En C. Guillaume. Syndiquées: Défendre les intérêts des femmes au travail (pp. 13-62). París : Presses de Sciences Po,
Puech, I. (2002), Le temps du remue-ménage. Conditions d’emploi et du travail de femmes de chambre. Sociologie du travail, 46(2), 150-167.
Souquet, C. y Geay M. (2018), Le secteur du nettoyage, division servicesInsee Premier, 1690. 
Thibaud Szpyrka es estudiante de doctorado francés de la Universidad de Angers (Francia) y de la Universitat de les Illes Balears (UIB).