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Artículo de Opinión | Turismo Responsable

26-06-2010

El papel de los estudios universitarios en la enseñanza del turismo

Ernest Cañada | Alba Sud

Durante los días 24 y 25 de junio de 2010 Fundación PRISMA y ALBA SUD organizaron en San Salvador un encuentro de docentes vinculados a los estudios turísticos en Mesoamérica. El artículo analiza las principales cuestiones que se están debatiendo en el ámbito universitario en esta región. 

 


Crédito Fotografía: Fundación PRISMA

En Centroamérica el turismo se ha convertido de forma acelerada en una de las principales estrategias de acumulación de capital. Durante la última década la industria turística centroamericana registró una tasa promedio de crecimiento del 10%. De hecho, Centroamérica es una de las regiones del mundo cuya industria turística ha crecido más en los últimos tiempos. Este proceso ha sido impulsado por todos los gobiernos de la región, que han tratado de facilitar la llegada de capitales extranjeros. Cadenas hoteleras, proyectos inmobiliarios y el arribo de cruceros han sido las principales formas que han dinamizado una actividad que ha estado dominada por los grandes capitales transnacionales y regionales. Este cambio económico se ha asentado sobre bases insostenibles y ha generado desigualdad, degradación socio-ambiental, malas condiciones laborales y una creciente conflictividad socio-ambiental, sobre la que ya hemos llamado la atención en anteriores ocasiones (véase: Turismo en Centroamérica, nuevo escenario de conflicto social).

Uno de los impactos que ha generado este creciente peso del turismo en las economías centroamericanas ha sido la reorientación de los estudios universitarios para facilitar a estas empresas personal adecuado a sus necesidades. Esto ha comportado un florecimiento de escuelas y carreras de turismo que, lejos de responder a un programa de desarrollo, se han orientado en una formación de carácter operativo, destinada a formar meramente a empleados.

Frente a estos modelos de desarrollo turístico, en Centroamérica existe también una gran cantidad de iniciativas turísticas locales, dirigidas por pequeños empresarios e iniciativas comunitarias, y que en algunos casos han contado con el apoyo y complicidad de las autoridades públicas locales. Este amplio tejido empresarial que existe en la región, a diferencia de regiones más turistizadas, puede convertirse en un factor de oportunidad y suponer la base para otro modelo de desarrollo turístico de carácter endógeno y con mayores niveles de sostenibilidad y equidad.

Comprometidos con este otro tipo de desarrollo turístico, y con una creciente insatisfacción por los derroteros que ha ido tomando la enseñanza universitaria en turismo, son varias las facultades y escuelas de turismo de la región que están planteando ya otro modelo formativo. Con el fin de compartir experiencias, reflexionar sobre la forma que está tomando el turismo en Centroamérica y valorar las posibilidades de incidencia desde el ámbito de la formación universitaria, Fundación PRISMA y ALBA SUD organizaron un encuentro de educadores durante los días 24 y 25 de junio de 2010 en San Salvador. En esta actividad participaron representantes de distintas instituciones, en concreto: la Carrera de Turismo Sostenible de la UNAN Managua; la Maestría en Desarrollo Económico Local con Énfasis en Turismo Comunitario impartida conjuntamente por el Instituto Tecnológico de Costa Rica (ITCR) y FLACSO Costa Rica; el Centro Universitario Regional del Litoral Atlántico de Honduras; el Instituto Tecnológico de Chalatenango, El Salvador, y el Departamento de Turismo Sustentable, Gastronomía y Hotelería de la Universidad de El Caribe en Cancún, México. También se contó con una nutrida representación de diversas iniciativas formativas e instituciones del Estado de El Salvador. Por motivos de fuerza mayor a último momento no pudo llegar el representante del Centro Tom Moran Ak-tenamit, de Guatemala.

El encuentro permitió conocer la experiencia y características de cada una de estas iniciativas, destacando su origen, planes de estudio, metodologías y formas de vinculación con el sector. A pesar de la diversidad de experiencias, en parte motivada por las propias características del desarrollo turístico en cada una de sus áreas de incidencia, el encuentro puso en evidencia numerosas coincidencias de un sector significativo de la formación superior en turismo. A este nivel, cabe destacar que los participantes coincidieron en la necesidad de impulsar un cambio de paradigma en los estudios turísticos, reorientándolos hacia una formación de profesionales de carácter integral, y no simplemente basado en el desarrollo de capacidades operativas. Junto a las habilidades y capacidades prácticas, se subrayó la necesidad de llevar a cabo una formación más amplia. En este sentido se destacó la importancia de formar profesionales que tengan capacidad de asumir roles de liderazgo y que no queden limitados a tareas de carácter subsidiario. En este contexto resaltaron la relevancia que la Universidad fortalezca el empoderamiento de sus estudiantes, apostando por una formación en valores, donde sobresalga el compromiso social, la autoestima personal y colectiva, la capacidad de trabajo en equipo, la valoración de la sostenibilidad de la actividad turística integrada en la sociedad, etc.

También fue motivo de coincidencia la orientación de los respectivos programas de estudio hacia un modelo turístico basado en un desarrollo local de carácter endógeno. Esto se estaría traduciendo en una clara vinculación, por medio de las prácticas de los estudiantes, trabajos de investigación y asesorías, con actores empresariales locales y grupos comunitarios, además de la voluntad de incidencia en políticas públicas al servicio de este tipo de desarrollo turístico.

En la discusión se pusieron en evidencia los múltiples retos que tiene por delante un modelo formativo de estas características. Uno de los más relevantes tal vez sea la necesidad de salir del aislamiento y lograr articular un espacio de comunicación e intercambio entre educadores comprometidos con otro modelo de desarrollo turístico, de carácter más sostenible y al servicio de las propias poblaciones de la región, y no de las empresas de grandes capitales. Uno de los principales acuerdos surgidos del encuentro fue la decisión de poner en marcha mecanismos para compartir información y recursos didácticos de forma permanente

El riesgo que entraña la consolidación del actual modelo turístico en Centroamérica hace necesario poner en marcha todo tipo de iniciativas que contribuyan a pensar y desarrollar la región de otro modo. Los ejemplos próximos de Cancún y la Riviera Maya, en México, o de República Dominicana, donde la turistización social ha avanzado mucho más, hacen urgente una acción social decidida. La formación de los profesionales del turismo es un espacio estratégico.