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Actualidad Alba Sud | Turismo Responsable

15-08-2008

Colaboración de ALBA SUD en La Jornada del Campo sobre Turismo Comunitario

El suplemento Del Campo del periódico mexicano La Jornada publica un artículo sobre las amenazas al Turismo Comunitario en Centroamérica, solicitado a ALBA SUD, en un especial dedicado a la economía social en áreas rurales.

El suplemento mensual del periódico mexicano La Jornada Del Campo solicitó a ALBA SUD un artículo sobre las características y perspectivas del Turismo Comunitario en Centroamérica. El artículo fue publicado en la edición del pasado 14 de agosto de 2008 en un número especial dedicado a la economía social como alternativa de desarrollo en áreas rurales de México y Centroamérica. Uno de los temas que se aborda en el suplemento es el del turismo en áreas rurales, con artículos de Ileana Gómez, de Fundación Prisma, de El Salvador, y Leonardo Durán, de la Cooperativa Tosepan Titataniske de Puebla, México.

ALBA SUD participó con un artículo sobre la amenazas al Turismo Comunitario, elaborado por Ernest Cañada. En el artículo se reconoce que, durante años comunidades indígenas y familias campesinas en toda Centroamérica han hecho esfuerzos por diversificar sus actividades productivas y fuentes de ingresos. Algunas iniciativas han logrado por medio de una gestión comunitaria poner en marcha servicios turísticos como parte de esta estrategia de diversificación económica. La principal característica de este Turismo Comunitario es la capacidad de control colectivo de la población rural, a través de sus diversas estructuras organizativas, sobre la actividad turística y los recursos que la hacen posible. Desde esta perspectiva, el Turismo Comunitario ha sido concebido como parte de un esfuerzo más amplio por fortalecer una economía popular solidaria.

El camino no ha sido fácil, y ha estado plagado de fracasos y expectativas frustradas, pero sin duda se cuentan ya con muchas historias de éxito de organizaciones campesinas en toda Centroamérica que, sin abandonar la producción agropecuaria tradicional, han logrado incorporar este nuevo rubro dentro de una lógica de complementariedad entre distintas actividades. El turismo ha permitido a algunas comunidades disponer de una nueva fuente de ingresos económicos y mejorar sus condiciones de vida. Como el calendario de estos ingresos no coincide necesariamente con el de las actividades agropecuarias tradicionales, el turismo ha generado entradas de dinero en metálico en momentos del año en los que las familias podían tener especiales necesidades. A su vez, se han revalorizado las tierras y otros recursos, como el bosque o el agua, controlados por las comunidades rurales. Con frecuencia, el incremento del valor de recursos como la tierra, principalmente, ha contribuido a su mantenimiento frente a las presiones del mercado. La introducción del turismo ha permitido también ampliar la base social que se beneficia directamente de las actividades vinculadas al campo, especialmente mujeres y jóvenes, fortaleciendo así el vínculo de esta población con sus territorios.

Sin embargo, las orientaciones de algunos organismos y consultores internacionales, cada vez más presentes en la región y con más recursos, han convertido el Turismo Comunitario en un espacio de “fuego cruzado” entre posiciones neoliberales y otras de carácter altermundista. Desde esta perspectiva neoliberal no se busca otra cosa que mejorar las condiciones ambientales que permitan maximizar los beneficios del gran capital turístico y desactivar la capacidad de auto-organización y de creación de espacios de autonomía económica por parte de las comunidades.

En el “paquete” de medidas recomendadas desde este enfoque neoliberal encontramos una diversidad de orientaciones sobre las que es necesario estar alerta. Algunas de estas propuestas son:

- Promover la especialización de las iniciativas comunitarias hacia los servicios turísticos, en la lógica de dedicarse sólo a aquello en lo que uno puede obtener más beneficios en un contexto competitivo.
- Orientar una estrategia de comercialización basada única y exclusivamente en el mercado turístico internacional.
- Introducir sellos o certificaciones de garantía de carácter internacional, siguiendo el ejemplo del comercio justo. Aunque no es el único intento desarrollado en este sentido, el “Sello FLO” es el más conocido.
- Establecer alianzas comerciales con mega-proyectos turísticos que favorezcan un desarrollo turístico inclusivo, en la línea de las propuestas del “Pro-Poor Tourism”.

La identificación de sectores con enfoques netamente neoliberales con influencia creciente en el Turismo Comunitario, a través de diversos organismos internacionales de cooperación, supone un reto mayúsculo para el movimiento campesino que ve como una actividad que hasta el momento creíamos totalmente vinculada a la construcción de una economía popular solidaria, se convierte en una amenaza más para las economías familiares campesinas.

Documentos adjuntos: