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02-02-2016

Turismo y migraciones en la costa pacifica de Costa Rica. Las dinámicas espaciales de la ciudad de Jacó

Resumen de la memoria de Máster en Geografía y Ciencias de los Territorios de Tommaso Caldarini en la Universidad de París Direrot el pasado mes de junio de 2015 bajo la dirección de Laurent Faret.


Crédito Fotografía: Playa de Jacó. Fotografía de Tommaso Caldarini.

La movilidad espacial constituye hoy una de las cuestiones centrales de la geografía. Puede definirse como el conjunto de movimientos en el espacio físico, de individuos o grupos de personas, independientemente de la duración y de la distancia de esos movimientos (Courgeau 1988). Dentro de ésta, encontramos a la migración y el turismo, dos fenómenos distintos pero estrechamente vinculados, que en algunos casos se superponen (Dehoorne 2002). Incluso en sus definiciones, la separación entre “migración” y “turismo” no siempre es clara. La relación entre estos dos tipos de movilidad tiene un impacto importante en las condiciones sociales, económicas y ambientales de los lugares afectados por estos fenómenos.

En estas páginas vamos a presentar un breve resumen de un trabajo de investigación sobre el enlace entre turismo y migraciones, fruto de un trabajo de campo llevado a cabo durante los meses de febrero, marzo y abril 2015 en Jacó, Costa Rica.

Jacó, un crecimiento acelerado y desordenado

Jacó es una pequeña ciudad costera del cantón de Garabito, en la provincia de Puntarenas, situada dentro de una región que ha conocido –en las dos últimas décadas– un desarrollo acelerado del sector turístico. Este  crecimiento rápido y relativamente reciente hace de la ciudad un objeto de estudio particularmente interesante en razón de las dinámicas demográficas y territoriales que se producen allí. Por un lado la llegada de los migrantes, entre ellos trabajadores más o menos cualificados; por otro la salida de una parte de la población local; y también la introducción de una tercera categoría de actores: los turistas. Además estos cambios dieron lugar a una profunda modificación de la morfología urbana.

Mapa 1: Ubicación de Jacó, Costa Rica

El desarrollo de Jacó se llevó a cabo muy rápidamente y de forma desordenada. En 15 años la ciudad ha cambiado de manera espectacular, desarrollándose de forma vertical en especial. Entre los años 1990 y 2010, la población del distrito se ha multiplicado por seis, superando el umbral de 15.000 habitantes, frente a 1.760 habitantes en 1980 [1]. Durante el período 2000-2011, el distrito de Jacó experimentó una tasa de crecimiento anual de 5.67%, cinco veces mayor que el promedio nacional (1,11%) [2]. La proporción de población extranjera ha contribuido en gran medida a este aumento.      

Este crecimiento exponencial ha tomado a la ciudad por sorpresa. En primer lugar, desde un punto de vista administrativo: la municipalidad no tenía a su disposición los profesionales necesarios para manejar adecuadamente la situación. Pero también en términos de la demanda de trabajadores cualificados, inicialmente muy poco presentes en la ciudad. Por lo tanto, una parte importante de esta mano de obra ha venido de las ciudades cercanas. A esta mano de obra calificada se pueden sumar los trabajadores no calificados, afectados en sectores como la construcción y procedentes por la mayoría de Nicaragua; así como los empresarios extranjeros que llegaron a Jacó durante este periodo de crecimiento.

Jacó centro. Fotografía de Tommaso Caldarini.

El caso de Jacó nos ha permitido medir la importancia del marco jurídico y del Plan de Ordenación en la evolución y la transformación de un territorio. Por un lado, la ciudad no habría experimentado el desarrollo turístico que ha caracterizado los últimos veinte años sin las condiciones jurídicas favorables previamente existentes. Por otro, la ausencia de un proyecto concreto y de una visión a largo plazo han creado un terreno propicio al desarrollo desordenado de la ciudad, lo que ha tenido consecuencias negativas importantes sobre su territorio y su población.

¿Población local? Un concepto controvertido

El trabajo de investigación efectuado se había inicialmente basado sobre la distinción entre la población local, los migrantes y los turistas. Sin embargo, rápidamente nos dimos cuenta que la realidad era de hecho mucho más compleja.

El concepto de “población local” se utiliza frecuentemente en las ciencias sociales, pero ha sido muy poco definido. Las categorías de los migrantes y de los turistas, aun habiendo sido oficialmente definidas por las Naciones Unidas, aparecen a veces demasiado restrictivas y no cubren todas las posibilidades existentes. Por ejemplo, existen situaciones donde esas categorías pueden superponerse: ¿un migrante (nacional o internacional), después de haber vivido algún tiempo en un lugar, puede considerarse como parte de la población local? ¿Y un turista que decide quedarse más tiempo para trabajar o pasar la jubilación en el destino, se convierte en migrante? ¿En qué momento?

Hay que tener en cuenta que a menudo las personas que se encuentran en esas situaciones no lo han planeado con anticipación, si no que se enfrentan a posibilidades que las conducen a cambiar de estatuto. De ahí la dificultad ulterior de identificar y definir estas categorías: se trata de definiciones estáticas que buscan comprender fenómenos que son dinámicos por excelencia.

Separaciones espaciales

Una de las hipótesis de este trabajo suponía un aislamiento de los turistas, que disfrutan de los servicios ofrecidos por los complejos turísticos, y de los migrantes, que trabajan allí, de lo que podríamos llamar la “realidad local”. Efectivamente, dentro de Jacó existe una separación espacial entre los actores que participan de los fenómenos turísticos y migratorios. No obstante, los criterios que subyacen esta demarcación no son exactamente los que habíamos imaginado. El estatus socioeconómico es el factor principal en la distribución y la separación de la población en el espacio. Así, hay que diferenciar los migrantes más ricos de los más pobres y hacer lo mismo con la población local. De manera general, podemos distinguir en Jacó barrios habitados por los turistas y los locales/migrantes más adinerados de los barrios más pobres, donde no encontramos turistas.

Barrio Copey, Jacó. Fotografía de Tommaso Caldarini.

También hay que tener en consideración una característica importante de la ciudad: una parte de la gente de Jacó –que vivía en el pueblo antes del boom turístico– vive hoy fuera de éste, en los pueblos cercanos, pero sigue trabajando en Jacó. Se trata de una migración forzada, causada por las transformaciones económicas que han acompañado el desarrollo turístico de la ciudad. Así que en realidad hay una separación espacial entre los turistas y una parte de la población local: la que emigró a los pueblos cercanos, más baratos y tranquilos.

Además, se pueden observar otros tipos de separación espacial en Jacó. El primero consiste en la diferenciación entre los sitios frecuentados por los diferentes actores. De hecho, los desplazamientos de los turistas se limitan al barrio donde alojan, al centro de la ciudad y a la playa. Los lugares frecuentados por los migrantes y los locales más pobres se limitan generalmente al domicilio, al lugar de trabajo y usualmente a la iglesia (más algunos pequeños desplazamientos, para ir de compras o llevar a los niños a la escuela). Los locales y los migrantes más adinerados son los únicos que han declarado frecuentar “toda la ciudad”.

Hay otro tipo de separación más marcada, una separación a la vez espacial y social, que consiste en la existencia de barrios de tugurios: los “precarios”. En Jacó hay dos precarios, llamados “Barrio Copey” y “El Hueco”, donde viven segregados los locales y sobre todo los migrantes más pobres, casi todos nicaragüenses. La mayoría de los habitantes de estos barrios trabaja en el sector turístico, ya sea en la construcción, como camarero o agente de mantenimiento. Su lugar de trabajo es el único lugar donde entran en contacto con los turistas.

Droga y prostitución: nuevos negocios

Además de los fenómenos de separación, el enlace entre turismo y migraciones ha producido un nuevo negocio: el mercado de la droga y de la prostitución. Una de las razones por las cuales Jacó es muy conocida dentro de Costa Rica es su reputación de ciudad donde todo está permitido. Aquí el desarrollo turístico tiene dos caras: por un lado ha traído oportunidades de empleo, por otro los problemas vinculados a la prostitución y la droga. Este tipo de mercado ha llegado a Jacó después de la construcción de la Marina Los Sueños, un complejo turístico de lujo situado a 5 km al Noroeste de Jacó. El turismo sexual es hoy ampliamente difundido en la ciudad y es suficiente pasear por algunas calles de noche para que le ofrezcan cannabis, cocaína o viagra. De hecho, estos dos mercados son bastantes complementarios: muy a menudo los clientes de las prostitutas también están buscando este tipo de productos y las mismas saben dónde redirigirlos.        

Vista de la playa de Jacó. Fotografía de Tommaso Caldarini.

En cuanto al aspecto geográfico, este fenómeno se encuentra generalmente circunscrito alrededor de uno o dos polos principales. La sectorización de este mercado ha contribuido a que el fenómeno sea menos visible y más aceptado en Jacó. Se trata de una realidad que es posible no ver cuando no se sale tarde por la noche o cuando no se frecuentan determinados lugares.   

La nacionalidad de las prostitutas puede variar dependiendo de la situación. Una parte de ellas, generalmente vinculadas con redes de proxenetismo, proviene de países centroamericanos más pobres, como la República Dominicana y Nicaragua. Aquellas que se dedican voluntariamente a estas actividades provienen por la mayoría de Colombia y Costa Rica.

Para concluir, sería esencial expandir estos cuestionamientos y compararlos con otros contextos. ¿Las dinámicas examinadas son específicas a esta región de Costa Rica, o podemos encontrarlas en otros lugares, como por ejemplo en la costa del Caribe? ¿Hay un modelo turístico específico de Costa Rica? ¿Y qué pasa con los otros países de Centroamérica? ¿Qué otro tipo de enlace pueden haber entre territorios, turismo y migraciones? ¿Y cuáles serían las dinámicas espaciales resultantes?

 

Se puede leer el trabajo de investigación completo en francés haciendo clic aquí.
Notas:
[1] Fuente: Estimaciones y proyecciones de población por distrito y otras áreas geográficas. Costa Rica, 1970-2015. CCP et INEC.
[2] Fuente: ProDUS-UCR, a partir de datos de l’INEC
Bibliografía:
Courgeau, Daniel. 1988. “Introduction.” In Méthodes de mesure de la mobilité spatiale: migrations internes, mobilité temporaire, navettes, 1–6. Editions de l’Institut national d’études démographiques.
Dehoorne, Olivier. 2002. “Tourisme, travail, migration : interrelations et logiques mobilitaires.” Revue européenne des migrations internationales 18 (1): 7–36.
Honey, Martha, Erick Vargas, and William H. Durham. 2010. “Impacto Del Turismo Relacionado Con El Desarrollo En La Costa Pacífica de Costa Rica.” Informe Ejecutivo. Universidad de Stanford y Washington, DC: Center for Responsible Travel.
Morales Gamboa, Abelardo, Susan Kandel, Xenia Ortiz, Oscar Díaz, and Guillermo Acuña. 2011. Trabajadores migrantes y megaproyectos en América Central. San Salvador: PNUD.
Williams, Allan M., and C. Michael Hall. 2000b. “Tourism and Migration: New Relationships between Production and Consumption.” Tourism Geographies 2 (1): 5–27.