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Artículo de Opinión | Turismo Responsable | El Salvador

07-02-2011

Hacia el agroturismo en El Salvador

Artículo de Ileana Gómez Galo, socióloga y coordinadora pro-tempore de Fundación PRISMA, informando sobre los avances de las iniciativas del turismo comunitario en El Salvador, que en los últimos años han recibido más atención y apoyo por parte de las autoridades públicas.

La vinculación entre agricultura y turismo no parecía ser algo que llamara el interés de las entidades estatales de El Salvador hasta hace muy poco tiempo. A pesar de ello varias cooperativas agrícolas y organizaciones comunitarias de las zonas rurales empezaron a ver en el turismo una opción ante la crisis agrícola y ante el abandono de las políticas que olvidaron la importancia social y económica de los espacios rurales.

Con pocos fondos e incipientes capacidades empezaron a surgir ofertas para el senderismo, paseos a caballo, cabañas, visitas a bosques restaurados  o ríos alejados de la contaminación de las  ciudades. Nombres como el bosque de Cinquera, río Sapo, el Sumpul, la Montañona  se escucharon como opciones para el turista nacional, despertando de nuevo el interés de los habitantes urbanos por la belleza escénica y la historia local.

Hoy estos esfuerzos están dado resultados. Existen interesantes y prometedoras opciones de turismo rural gestionadas por las comunidades y sus formas de organización. Es una forma de  turismo que se vuelve una opción complementaria a la actividad agrícola que ha sido el principal sostén de estas comunidades, de ahí que se conozca como agroturismo. Pero además, el agroturismo comunitario tiene la bondad de que las diversas formas de producción agrícola se vuelven un atractivo turístico en sí mismo. Por ejemplo, las cooperativas  productoras de café aprovechan la belleza escénica del bosque cafetero para atraer a los turistas, además  promueven y venden su café a los visitantes, más recientemente están experimentando con agregar valor al grano de oro elaborando artesanías de los granos o raíces  del café.

Las cooperativas de Los Pinos, en el lago de Coatepeque y ATAISI, en las faldas del imponente volcán Ilamatepeq, son dos ejemplos de esta actividad.  Ambas ofrecen atractivos inmejorables, en una de las zonas de mayor belleza escénica de El Salvador. Pero esto no sería novedoso si no se tratara de cooperativas agrícolas que han enfrentado innumerables dificultades como la deuda agraria, la falta de acceso al crédito,  además de varias amenazas y presiones para quitarles la tierra y varios años de indiferencia de parte del Estado.

No hay que olvidar que antes de la reforma agraria estas plantaciones de café eran propiedad de acaudalados personajes. La  “Casa de Cristal“, ubicada en la cooperativa ATAISI fue la casa de campo de un  presidente del país vinculado a una de las familias  más poderosas de la antigua oligarquía de El Salvador. La cooperativa Los Pinos también ha enfrentado tiempos difíciles, su propiedad ha sido muy codiciada por intereses poderosos, ya que se ubica en el entorno de un lago cercado por residencias exclusivas que ha prácticamente privatizado el acceso al cuerpo de agua. Pero los tiempos cambian. Este viernes el Parque de Montaña Casa de Cristal sirvió de escenario para la inauguración del proyecto de mejoras al agroturismo impulsado por los cooperativistas y sus familias. El proyecto es apoyado por el programa de desarrollo rural conocido como PREMODER del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), consta de varias cabañas para visitantes, mejoramiento del restaurante, zona de camping y senderos hacia los volcanes Izalco, Ilamatepec y sus alrededores.  Durante el acto las autoridades  aseveraron que el agroturismo ya forma parte de las futuras acciones del gobierno en la línea del nuevo programa de apoyo a la agricultura familiar.

Este acto de inauguración fue parte de una gira promovida por la Mesa Nacional de Turismo Rural Comunitario. En la gira participaron autoridades y funcionarios de gobierno, cooperantes, universidades, así como miembros del cuerpo diplomático de Costa Rica y Colombia, dos países con buenas experiencias de agroturismo, que además cuentan con instituciones y legislación que respalda esta modalidad de turismo.

La gira fue concebida como una experiencia de aprendizaje sobre el concepto y avances del turismo rural comunitario en El Salvador, los visitantes experimentaron la oferta turística del Centro Vista al Lago de la Cooperativa Los Pinos y del Parque de Montaña Casa de Cristal, de la Cooperativa ATAISI, disfrutaron de los senderos, miradores y de la gastronomía que ofrecen sus restaurantes. En ambos lugares se montaron pequeñas ferias de presentación de productos y servicios elaborados por las experiencias de turismo rural comunitario como dulces y jabones artesanales, hortalizas, ropa y accesorios de teñidos de añil, bisutería elaborada con semillas nativas entre otros. La idea era evidenciar como este tipo de turismo articula varias actividades productivas enlazadas a la vida rural y se constituye en una opción de ingreso a partir de la diversificación agrícola.

La organización promotora de la gira es la Mesa Nacional de Turismo Rural Comunitario,  una coalición de organizaciones que vincula a organizaciones de gobierno, universidades, ONG, municipalidades, experiencias comunitarias de turismo rural, pequeños empresarios y tour operadores en la búsqueda de constituir un sector propio, que sea parte de la oferta turística del país, y que cuente con sus propias líneas de capacitación, acceso a crédito, comercialización y sobre todo capacidad de decisión en las instancias gubernamentales que definen la política turística.

Esta Mesa es una de las experiencias de incidencia más exitosas, si tomamos en cuenta que en apenas un año y medio ha logrado integrar a actores diversos en torno a un objetivo común y lograr un inédito apoyo gubernamental. El Ministerio de Turismo (MITUR) está apoyando a través de la promoción dentro de su programa Pueblos Vivos, el Ministerio de Relaciones Exteriores impulsa fuertemente a estas iniciativas frente a cooperantes internacionales y salvadoreños en el exterior, a través de ruedas de negocios, y más recientemente el MAG está interesado en fortalecerlos a través de su programa de agroturismo. Las organizaciones de la sociedad civil por su parte han apoyado con capacitaciones, facilitación de eventos de promoción, estudios e intercambios. Pronto la Mesa contará con un mapa interactivo de las experiencias existentes en el norte del país que será puesto en línea para promoverlas a nivel nacional e internacional.

Detrás de la Mesa de Turismo Rural Comunitario y detrás de las experiencias de turismo promovidas por las cooperativas, comunidades y pequeños empresarios organizados hay personas visionarias, lideres hombres y mujeres que con su creatividad y esfuerzo están rompiendo esquemas, al mismo tiempo que combaten la pobreza y revalorizan las áreas rurales de El Salvador. Queda mucho camino por recorrer pero ya se están viendo los frutos.

 

Artículo publicado originalmente en Contrapunto, el domingo 6 de febrero de 2011.