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Actualidad Alba Sud | Turismo Responsable | México

14-10-2021

En memoria de Alejandro Palafox

Ernest Cañada | Alba Sud

El pasado 27 de septiembre de 2021, la Red Latinoamericana de Investigadores en Desarrollo y Turismo (Relidestur) organizó un acto virtual de homenaje al investigador y docente de la Universidad de Quintana Roo, y colaborador de Alba Sud, fallecido en agosto de este año. Reproducimos nuestra intervención en el acto.

Quiero empezar mi intervención agradeciendo a Lilia Zizumbo y Neptalí Monterroso de la Red Latinoamericana de Investigadores en Desarrollo y Turismo (RELIDESTUR) la invitación para poder participar en este homenaje a nuestro compañero Alejandro Palafox, fallecido después de una larga enfermedad el pasado mes de agosto de 2021.

Conocí a Alejandro hace más de diez años, en un encuentro académico en la ciudad de León en Nicaragua, en el que las personas que no asumíamos los postulados entusiastas de la industria turística en la región mesoamericana tratábamos de reconocernos y establecer contacto. Por motivos geográficos, él vivía en Cozumel y yo en Managua, y después en Barcelona, nunca pudimos compartir demasiado tiempo juntos. Pero sí nos escribíamos e intercambiábamos textos que hacíamos el uno y el otro. Además, en Alba Sud le publicamos dos libros. En 2017 “El turismo como catalizador de la pobreza. Trabajo turístico y precariedad en Cozumel, México”, que escribió con Felipe Rubí, y en el que centraba su atención en los mecanismos que estaban precarizando el trabajo turístico en México, como los procesos de subcontratación, los contratos por temporada y a prueba y el pago por horas, y que habían dado lugar a una extensa generalización de la pobreza laboral en territorios altamente turistificados como la isla de Cozumel en el caribe mexicano. En 2020 le publicamos un segundo libro, “La producción del espacio turístico en Puerto Morelos, México”, en coautoría con Ángel Calvario. En esta ocasión, y en discusión con los postulados teóricos de Henri Lefebvre, analizaba los procesos de transformación urbana que se produjeron en Puerto Morelos bajo las nuevas lógicas de acumulación y reproducción del capital a través del turismo.

A pesar de las altas horas de la noche en la que tiene lugar este acto aquí en Barcelona, no quería dejar de participar en él por dos motivos. Uno, obvio, por el afecto personal que sentía por Alejandro, que además colaboró en distintas ocasiones con Alba Sud y, porque ante un fallecimiento tan injusto, que llega demasiado pronto, hace bien juntarnos y compartir el recuerdo de alguien querido. En alguna medida reconforta sentir que la vida de uno es importante para otras personas, como también lo es la suya para uno. Sentirnos parte de una comunidad, construida en torno a los estudios críticos del turismo, como hoy nos podemos sentir en este acto de reconocimiento a Alejandro. El segundo motivo tiene que ver con algunos de los valores y prácticas que encarnaba Pala, como le llamaban los amigos, como intelectual y como docente comprometido, y que querría recuperar hoy para reivindicarlos.

¿Cuáles son estos valores y prácticas que me vinieron inmediatamente a la mente cuando pensé que debía intervenir públicamente en un acto sobre Alejandro Palafox? ¿Qué de su forma de trabajar y comportarse me pareció, desde una perspectiva ética y política, que era más importante destacar? ¿Qué podía sernos más útil para construir puentes entre generaciones de investigadores e investigadoras que compartimos la misma indignación por el desorden, el despojo y la violencia que comporta el capitalismo en su forma turística?

En primer lugar, el desarrollo de una investigación crítica en turismo, no acomodada a las necesidades y lógicas de reproducción del capital, sino claramente comprometida con la necesidad de oponerse a todo aquello que genera el capitalismo a través del turismo.

En segundo lugar, esta investigación no era mera repetición de cosas una vez aprendidas y otras mil repetidas, sino que había esfuerzo y compromiso por leer, actualizarse, intentar aplicar otros marcos de análisis, elaborados desde distintas disciplinas de las ciencias sociales y traerlas al campo del análisis turístico. Y sobresalía lo bien que apuntaba. Alejandro tenía buen radar para detectar qué había en el pensamiento crítico que pudiera ser útil para la comprensión de los fenómenos turísticos. Del materialismo cultural de Marwin Harris al marxismo de Henri Lefebvre y David Harvey, preocupados las transformaciones del espacio, o las más recientes aportaciones de Jason Moore desde la historia ambiental, Palafox se mantuvo siempre atento a distintos aportes teóricos que desde perspectivas críticas ayudaran a entender mejor las implicaciones de los procesos de turistificación.

En tercer lugar, tenía un enorme respeto por aquello que hacía, tanto en su investigación como con sus colegas. En los últimos meses en vida me sorprendieron dos episodios que me ayudaron a entender lo importante que era para él la investigación, la divulgación y la enseñanza. El primero fue durante la participación en un seminario internacional sobre crisis climática y turismo que organizamos desde la plataforma internacional Transforming Tourism Initiative. Era una intervención por la cual no pagábamos nada, ni tampoco le aportaba gran cosa en los procesos de acreditación que alimentaban su currículum. Era mero compromiso militante. Para él era importante estar ahí, y además estaba agradecido que contáramos con él, aunque estuviera ya en un momento muy delicado de salud. El segundo fue con un artículo que preparó para una revista que yo estaba coordinando, y que creo que fue lo último que escribió. Lo encontró en un momento que su salud empeoró definitivamente y aún así hizo el esfuerzo por intentar terminarlo porque así me lo había asegurado, y hasta pidió disculpas por no haber podido acabarlo como él creía que debía estar. Que en esas circunstancias aún se preocupara por mí dice mucho de su forma de ser. La suya no era postura, creía en lo que hacía y respetaba a sus colegas y compañeros como un acto de fraternidad, que es también un acto político.

Quiero quedarme con esta imagen de Alejandro y compartirla con las jóvenes generaciones, también de jóvenes investigadores e investigadoras que colaboran con Alba Sud: uno, compromiso con una investigación crítica en turismo radicalmente opuesta al capitalismo; dos, voluntad de entender la realidad social, sin acomodarse en explicaciones al uso o la repetición de clichés, con esfuerzo por buscar y entender nuevos marcos, categorías e instrumentos que nos ayuden en la investigación; y tres, establecimiento de vínculos de respeto y fraternidad con los compañeros, compañeras y colegas.

Solo esto. Todo eso.