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Reportaje | Turismo Responsable | Rep. Dominicana

22-08-2021

El turismo dominicano ante la crisis de la COVID-19: ¿más precariedad laboral?

Giselle Cedeño | Alba Sud

Los últimos meses han sido una montaña rusa para el sector turístico dominicano. A pesar de todas las medidas tomadas aún no se ha logrado recuperar. Los hoteles presentan un nivel muy bajo ocupación y hay más de medio millón de trabajadores y trabajadoras en estado de suspensión. 


Crédito Fotografía: Giselle Cedeño.

El último año ha comportado cambios significativos para el turismo dominicano. Se pone de manifiesto su dependencia del mercado internacional y del turismo de masas. Aun así, las políticas y medidas tomadas por el gobierno y el sector privado han sido dirigidas a recuperar precisamente ese mercado, pero esta apuesta se ha visto obstaculizada por las restricciones de viaje establecidas por los gobiernos.

La urgencia por recuperar este sector no ha de extrañar debido a la preminencia del turismo en la economía dominicana. De acuerdo con los datos del Banco Central, aporta un 7.6% PBI, demanda un 36% de la producción agropecuaria y es responsable de general el 33.9% de las divisas que ingresan al país. En cuanto a la llegada de turistas ha tenido un crecimiento promedio anual de un 5%, sumando unos 45.2 millones entre el 2012 y 2019. Así mismo en ese mismo periodo generó un total de 50.634,5 millones de dólares de ingresos en divisas generados por la actividad turística, lo que la ha convertido en uno de los pilares de su economía.

Ante la reapertura de la actividad

Luego de meses de encierro e incertidumbre, el 1 de Julio de 2020 el Ministerio de Turismo (MITUR)anunció los Protocolos de Salubridad para la reapertura de los diferentes establecimientos relacionados con el sector turístico. Estos protocolos contienen las medidas a tomar por todos los subsectores de la industria con los detalles a seguir en cada caso, y así garantizar el bienestar tanto de turistas como de sus empleados. De este modo se prepararían para dar apertura a la actividad. 

Ese mismo día reinició la actividad turística, que se encontraba parada desde que se declaró el país en Estado de Emergencia Nacional el 19 de marzo del 2020 a causa de la COVID-19. También en esta fechallegaron los primeros vuelos al Aeropuerto Internacional de Punta Cana (PUJ), el principal del país. En cuanto a la ocupación hotelera, la reapertura ha sido parcial, con ocupación inferior al 10%. En febrero antes del cese la ocupación hotelera superaba el 70%.

El 16 de agosto hubo una transición de gobierno con la proclamación del presidente Luis Abinader del Partido Revolucionario Moderno (PRM). Posteriormente fue designado como nuevo Ministro de Turismo David Collado. Su primera acción, tras la toma de posesión del cargo, fue reunirse con los representantes de grandes compañías, como Apple Leusure Group, que es el principal operador hotelero en República Dominicana. También sostuvo encuentros con grandes hoteleros españoles como Sabina Fluxa, CEO de Iberostar, directivos del Grupo Piñero, así como Gabriel Escarrer CEO de Melia. Con estos encuentros el nuevo ministro manifiestó que buscaba la reapertura del sector con los más altos estándares internacionales, preparando y promocionado la República Dominicana como destino seguro.

Imagen de Giselle Cedeño. 

Poco después de estos encuentros se presentó el Plan de Recuperación Responsable del Sector Turismo que contempla, entre otras medidas, la eliminación del pago del 1% de los activos para el sector hasta junio de 2021, la reducción de la tarifa de Acuerdo de Precios Anticipados (APA) en un 35% y la eliminación del pago por anticipo durante seis meses. Los incentivos por parte del gobierno a los hoteles para mantener los empleos suman unos RD$420 millones de pesos.

¿Reincorporar el personal suspendido o la externalización? 

El empleo turístico se encuentra ante una disyuntiva crítica. La Encuesta Nacional Continua de Fuerza de Trabajo (ENCFT) muestra que la población ocupada en el 2019 en hoteles, bares y restaurantes representa un 7.4%, unos 340 mil puestos de trabajos directos e indirectos. Durante este año de pandemia la pérdida es de unos ciento cincuenta mil empleos en turismo, bares, y restaurantes. Pero no hay una cifra oficial actualizada que contemple en realidad cuántas personas perdieron su empleo y cuántas se encuentran en suspensión (figura legal puesta en marcha durante la pandemia por la cual no se termina el contrato laboral y el empleado no está sujeto a brindar su servicio ni el empleador a pagar). Hasta ahora los trabajadores suspendidos se encuentran amparados por el Fondo de Asistencia Solidaria (FASE), por el cual el gobierno da un incentivo de RD$8,500 (unos 130 euros) que inicio el 2 de abril 2020 y se ha extendido hasta abril de 2021.

Con la reactivación de la actividad turística los hoteles solo abrieron una pequeña parte de sus instalaciones a causa de la baja demanda. De acuerdo a los protocolos solo pueden ocupar del 65% al 70% de sus habitaciones. A la vez que los costos operativos de los hoteles han aumentado se ofrecen tarifas bajas. Por otro lado, los empleados que aún están activos han visto incrementar sus cargas de trabajo, con jornadas más intensas. 

Así lo afirma Érica de la Cruz, quien trabaja en el área de restaurantes y que brinda estas declaraciones a Alba Sud manteniendo su anonimato. Cuenta que al reintegrarse a trabajar en el mes de noviembre fue bajo las siguientes condiciones: “no nos pagan el 10% de propina legal, tenemos que quedarnos en el alojamiento de empleados y trabajamos hasta que hay trabajo o hasta que el cuerpo dice no puedo más y, claro, no nos pagan las horas extras”. 

Al preguntar por qué aceptaban estas condiciones alega que si se quedan en el hotel no están en casa sin producir y consumiendo, “y aquí tenemos comida y alojamiento seguro. Uno se ahorra ese dinero”. Esto le permite mandar su salario completo a su familia unos $RD14,000 (198 euros aproximadamente). Pero lo segundo es el “miedo a decir no, ya que eso abre la posibilidad a que terminen el contrato definitivamente. Si no trabajo las horas extras me mandan a casa otra vez en suspensión, y si me quejo entonces me cancelan”,afirma De La Cruz.

Imagen de Giselle Cedeño. 

El último trimestre del año 2020 la ocupación de los hoteles empezó a aumentar en especial los fines de semana. En diciembre de 2020 el 65% de los hoteles estaban abiertos con un promedio de ocupación del 45%. No obstante, esto no fue suficiente para la reincorporación de todo el personal suspendido.

Con la salida de empleados fijos y poder cubrir la demanda generada los fines de semana, las empresas han optado por contratar personal de manera temporal mediante empresas externas. Así lo afirma Wardys Severino, propietaria de una empresa de “outsourcing” desde hace seis años, ubicada en Higüey, a 35 minutos de Punta Cana. Antes de la pandemia brindaba sus servicios para eventos en la ciudad y los hoteles la contrataban cuando tenían eventos grandes, ahora la demanda de sus servicios se ha visto han visto fuertemente incrementada en tareas como el área de ama de llaves, cocina, lavandería y, sobre todo, restaurantes. “Las empresas me informan usualmente los jueves de cada semana cuanto personal necesitaran y para qué área y los fines de semana le damos servicio”, explica Severino.

De este modo, con la opción de contratar personal externo antes que reincorporar el personal suspendido o contratar nuevos trabajadores, “la empresa no tiene el compromiso de un personal fijo, por lo que le sale más barato, no hay que pagar seguro médico, ni trasporte, ni alojamiento”, afirma Severino. 

“Los eventuales siempre hemos existido. Mi trabajo consiste en dar apoyo al personal fijo en eventos grandes, ahora bien, con la pandemia ha aumentado la faena”, explica Carlos Rodríguez, quiern por más de diez años ha trabajado en el área de alimentos y bebidas, a la vez recluta personal para el trabajo en estas actividades eventuales.

Imagen de Giselle Cedeño. 

Para Carlos esta puesta por personal externalizado se explica porque “un personal eventual, le resulta mejor en cuanto a costo. Con los eventuales el hotel no tiene que pagar prestaciones laborales, un seguro,… hay un menor compromiso”. Básicamente el hotel le solicita cuánto personal necesita, para qué área y en qué fecha. Luego él se comunica con las personas que el hotel puntualmente necesita, se reúne con ellas y las envía a la empresa, que pagará en función de las horas trabajadas. Antes de la pandemia en su base de datos contaba con entre cien y ciento cincuenta personas a las que podía llamar para estos eventos, pero ahora hay más de 500 inscritas, de las cuales un 40% es personal suspendido y van desde administración, mayordomía, mantenimiento, jardinería, bares y restaurantes o cocina.

Nuevo golpe

A finales de enero de 2021 Canadá, uno de los principales emisores de turistas al país, prohibió los vuelos a la región del Caribe hasta el 30 de abril. De igual manera, Francia cerró sus fronteras con los países fuera de la Unión Europea. Este mercado visita principalmente la zona norte del país. Aunque, de momento, Estados Unidos, principal mercado emisor, no ha aplicado suspensión de vuelos, ni ha aplicado una cuarentena radical. Este no es un panorama favorable, la recuperación será lenta. De acuerdo con el exministro de Economía Juan Ariel Jiménez, el turismo dominicano se recuperara para el 2022, cuando los principales mercados emisores hayan vacunado  toda su población y se recupere su economía. 

Para abril de este año no se podrá reincorporar todo el personal a la plantilla. A todo esto, se suma la posible culminación de los contratos de manera definitiva, como consecuencia del fin de la ayuda del gobierno a los empleados suspendidos, y a la baja ocupación de los hoteles. Esta situación puede hacer que se agudice la crisis en el sector, con una especial afectación en sus empleados. Así, se puede prever que las empresas, con excusa de la COVID-19, oferten empleos con menos beneficios, jornadas de trabajo más extensas, mayor carga laboral o incluso que opten por la externalización de departamentos completos para reducir suscostes laborales.