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Nota informativa | Mundo global | América Latina

12-04-2021

Nace en América Latina y el Caribe la Red de Mujeres y Sostenibilidad

Red de Mujeres y Sostenibilidad

A finales de 2020 nació la Red Mujeres y Sostenibilidad, con participación de mujeres de diversos países de América Latina y el Caribe. Compartimos un artículo en el que dan cuenta del proceso y debates que han llevado hasta su conformación y sus perspectivas inmediatas. 

En medio de reflexiones en esta época de pandemia, surgió esta iniciativa de mujeres de diferentes países de América Latina y el Caribe que se unieron en pro de la sostenibilidad como valor transversal para la vida. Cada una trabaja en algún área que busca impulsar el bienestar común: turismo responsable, arte, biología, ecología, psicología ambiental, protección de los bienes comunes, antropología, finanzas, cambio climático, jurisprudencia, entre otros. El punto de partida es un entendimiento colectivo de un precepto básico: ‘juntas somos más fuertes’.

Nuestra motivación 

La pandemia ha recalcado una vez más que persisten muchas desigualdades, en particular, de género: persiste la violencia contra las mujeres en sus propias casas, la sobrecarga de las labores de cuidado, y diversas brechas para la autonomía de la mujer. El acceso a oportunidades laborales y de desarrollo propio, sigue siendo limitado para mujeres en zonas urbanas y, más aún, en las zonas rurales de Latinoamérica y el Caribe. 

¿Por qué ‘mujeres y sostenibilidad’? Primero, es importante recalcar la individualidad de cada mujer y la diversidad de mujeres. No hay un modelo de mujer. Somos mujeres distintas y diversas, con historias propias y experiencias únicas para compartir. 

En cuanto a la sostenibilidad, un término que se ha usado para definir muchas cosas y a veces poco, nos reapropiarnos de su significado más profundo: la biósfera en el centro de todo lo que hacemos y somos. Ese elemento vivo, del cual nos nutrimos. Aquí vemos a muchas mujeres increíbles aportando por un mundo mejor, queremos conocerlas y amplificarlas. No hay sostenibilidad sin respeto ni equidad, que tanto ha faltado hacia y con las mujeres.

Además, buscamos amplificar el contenido propio de Latinoamérica y el Caribe para el mundo, desde nuestras experiencias y conocimiento que se entrelazan con el buen vivir de nuestros pueblos originarios. 

La motivación es conectar con otras mujeres y multiplicar sus saberes, relacionados con la sostenibilidad de las especies, la conservación de la biodiversidad y las culturas. El marco de actuación que se identificó de forma participativa y a través del cual se convoca a otras mujeres para cooperar se basa en visiones híbridas donde la naturaleza y la vida se conciben como base para sociedades conscientes, responsables y solidarias. Se fomenta el intercambio de vivencias y conocimiento desde el diálogo intergeneracional e interseccional y el protagonismo femenino para visibilizar a la mujer. 

Nuestra propuesta

En un primer momento, se realizó una consulta pública en la que participaron 47 mujeres de Latinoamérica y el Caribe priorizando y definiendo las primeras acciones en formato de eventos virtuales que tendrían lugar con el lanzamiento de la red.

Después de meses de preparación y encuentros virtuales, el 25 de noviembre de 2020, mujeres en siete países participaron del lanzamiento de la Red Mujeres y Sostenibilidad para contribuir a este proyecto de empoderamiento femenino y sostenibilidad colectiva. Se creó conjuntamente una agenda que determinó las temáticas de conversación, intercambio y diálogo. Una de los aspectos más relevantes dentro de la preparación de la red es la forma de conexión, intercambio y construcción conjunta. Por ello, se utilizó la metodología Tecnología de Espacio Abierto, para definir para entender ¿qué preocupa y apasiona a las mujeres enfocadas hacia la sostenibilidad?

El proceso permitió identificar áreas diversas para ahondar en las salas de discusión, las cuales se centraron en los siguientes temas:

Comunicación sobre y para la sostenibilidad

El reto principal fue definir la palabra sostenibilidad; cuyo significado puede cambiar dependiendo de la audiencia, el contexto y el lenguaje. En lo que sí se pudo converger rápidamente es que la sostenibilidad no es una meta, sino una estructura mental y de pensamiento, una metodología, un sistema complejo y colectivo. Cualquier comunicación que surja, debe partir desde este saber para ser efectiva. 

Las mujeres y la defensa territorial

En América Latina y el Caribe, la población está supeditada a sistemas patriarcales, los cuales dificultan la defensa de los territorios y restringen la labor de las mujeres en este sentido. En muchos casos, la mujer es la protectora y defensora de territorios, pero existen retos estructurales que limitan su capacidad de acción. Algunos de los retos mencionados fueron: las estructuras sociales donde algunos hombres son quienes tienen el poder de gobernanza, el clientelismo, el gran peso de las labores domésticas, acceso limitado a recursos financieros, y la no-titularidad sobre la propiedad de la tierra. 

Soluciones basadas en la naturaleza

Esta conversación llevó a identificar la necesidad de analizar la intersección de la vida familiar y la naturaleza para empezar a cambiar los imaginarios y el comportamiento humano actual, muchas veces destructivo. Así, se podrá empezar a valorar (y quizás aprovechar de mejor forma) los servicios que nos ofrece la naturaleza. También se resaltó la responsabilidad que tenemos todos en rechazar, la falsa ‘oposición’ entre la conservación de la naturaleza y las actividades empresariales o económicas. 

Impactos del cambio climático en las mujeres

La pregunta con la que abrió este grupo de conversación fue: ¿cómo proponer una agenda de cambio climático con enfoque de género y alrededor de la interseccionalidad, para contar con una guía que ayude a los tomadores de decisiones en todos los niveles (gobierno, empresa y sociedad civil)? Se resaltó la necesidad de retomar el mensaje “el territorio es femenino”, basado en el arraigo y la identidad que tiene la mujer con el territorio. Así mismo, se determinó que el análisis de los aspectos de cambio climático que afectan a las mujeres, es contexto específico, y debe ser abarcado de esta forma. Una de las acciones que las mujeres de este grupo identificaron como primordial, y en la cual esperan colaborar, es la promoción de una estrategia que permita la generación de herramientas para promover una gestión del cambio climático con enfoque de género, y con una visión desde la interseccionalidad. 

¿Qué sigue?

Durante el año 2021 se ha previsto realizar al menos cuatro eventos que giran en torno a cuatro ejes temáticos (ambiente, cultura, sociedad y economía) con el rol de la mujer como elemento común y transversal.

  • Eje Social: La participación de la mujer en la transformación de nuestra realidad desde una visión integral, equitativa y activa. 
  • Eje Económico: Mujeres gestando emprendimientos sostenibles y proyectos de economía circular.

Eje ambiental

El Día Mundial de la Educación Ambiental, 26 de enero de 2021, se realizó el primer gran evento de la Red que contó con la participación de mujeres de Argentina, Bolivia, Colombia, Estados Unidos, Perú, México y Venezuela para entender y discutir el concepto de biodesarrollo.

Se tomaron como punto de partida conceptos ya planteados por diferentes autores internacionales en décadas anteriores, com o los escritos de Foucault sobre biopoder, biopolítica, bioética y Georgescu-Roehen sobre bioeconomía. También se integraron los propuestos por Gomez Rodríguez, Useche y Maldonado (2007), quiénes definieron el biodesarrollo como “un puente entre las ciencias sociales y humanas y las ciencias naturales, de cara al estudio, la comprensión, el cuidado, la exaltación y el posibilitamiento de la vida”. 

Para las mujeres que integran la Red, el término de biodesarrollo es un enfoque renovado donde la naturaleza es el centro y la base del avance social, del bienestar y, por supuesto, del enriquecimiento propio y de la vida. Desde nuestra perspectiva, queremos darle contenido a este concepto. Para iniciar el debate, Ana María González, cofundadora de la Red, presentó los siguientes enfoques y propuestas, de diversos autores y autoras:

  • “Biodesarrollo es un enfoque del impulso para la vida, donde se abre hacia una política de la multiplicidad y la diferencia” (Gómez Rodríguez, et. al., 2017).
  • Hay una necesidad de avanzar con determinación hacia la superación de la visión occidental que separa, divide y pone la responsabilidad de la salud y el cuidado en el individuo, separándolo de su relación con su entorno social y natural (Cosmovisión indígena - Sierra Nevada de Santa Marta, Colombia).
  • El biodesarrollo debe ser pensado en relación con territorios, entendidos como la apropiación subjetiva, social y cultural del espacio/tiempo, que implica una acción social, que se manifiesta de manera concreta en movimientos de construcción y deconstrucción de formas de vida (Useche, 2008).
  • Recuperar la tierra, dejarla en libertad para convivir en ella y para defender la vida. Luchar por liberar la tierra no es un problema ni un deber solamente de los indígenas, sino un mandato ancestral de todos los pueblos, de todos los hombres y mujeres que defienden la vida. Porque solo en la lucha para poner en libertad a nuestra madre recuperamos la dignidad, alcanzamos la justicia y la equidad, y caminamos la palabra que defiende la vida. (Cosmovisión indígena - Comunidad Nasa, Cauca, Colombia).
  • El desarrollo definido cómo un crecimiento del bienestar colectivo (de la tierra y, por ende, de los humanos) como fuente de riqueza y en contra del crecimiento del capital. (Mujeres y Sostenibilidad).

Para profundizar en el tema, y utilizando de nuevo la metodología Tecnología de Espacio Abierto, cocreamos una agenda que se estructuró en cinco espacios de discusión, con los aportes que se resumen a continuación: 

1) El Ecofeminismo y la noción de cuidado de la naturaleza desde lo femenino, volver al origen en la relación con la Pachamama.

Algunas de las ideas que se formularon fueron: “No podemos negar que hay un aspecto femenino en la naturaleza. Debemos reconocer nuestros ciclos y entender los ciclos de la naturaleza, que siempre están creando vida. La naturaleza no es sólo nuestra proveedora, pero sobretodo es nuestra casa (al igual que el útero). Si entendemos esto, nuestra relación con nuestro entorno empieza a evolucionar”; “Necesitamos identificar prácticas ancestrales que nos ayuden a hacer visibles todas estas relaciones, así como pensar en ideas sobre cómo sensibilizar más a las personas (y cómo reconocer lo femenino dentro de cada humano) para llegar a obtener un mejor equilibrio con nuestro cuerpo y con nuestro entorno”.

2) Empoderamiento femenino: el biodesarrollo como bastión para recuperar ambientes.

Esta conversación giró en torno a la mujer rural. Se le dio un reconocimiento a la mujer como proveedora de cuidado y se reconoció que la mujer ha sido la principal guardadora de conocimientos ancestrales en sus comunidades. Aquí se empezaron a buscar opciones para recolectar respetuosa y amorosamente esos conocimientos para beneficio de la humanidad. “Es importante destacar el trabajo cooperativo que hace muchos siglos, vienen desarrollando las mujeres y cómo la política pública es una herramienta para empoderar a la mujer rural”. 

3) Ciudades, biodesarrollo y sostenibilidad. 

“Es importante un mejor entendimiento de lo urbano y lo rural con el fin de encontrar una integralidad entre estos dos aspectos de la ciudad. Para esto se requiere una institucionalidad que cree políticas públicas efectivas y donde el ser humano pueda desarrollarse completamente (en torno a la felicidad, el orgullo, la dignidad, la inclusión)”

4) Biodesarrollo y biocentrismo: cómo superar la relación económica unidireccional con la naturaleza / ¿regeneración es extralimitación?

En este grupo se expresaron ideas como las siguientes: “La naturaleza no depende de nosotros, sino al contrario: al entender este precepto, la necesidad de control del ser humano empieza a cambiar”; “La economía no es natural, sino una creación social y, por ende, puede ser cambiada en cualquier momento”; “Es necesario actuar local (en cuanto a la producción y al uso de recursos), pero siempre pensando globalmente (en nuestro impacto en todo)”.

5) Educación Ambiental. 

Este grupo se enfocó en la educación como eje transversal a todo y enfatizó que “El cuerpo propio como un territorio más, parte del ciclo de la vida. Se reconoció la naturaleza como un territorio ancestral”. “El turismo debe ser una herramienta para aprender”. Las participantes acordaron que trabajarían en guiones para el turismo donde se recopilen las enseñanzas de las mujeres ancestrales.

Hasta el momento, la Red Mujeres y Sostenibilidad ha contado con la participación invaluable de mujeres diversas de toda Latinoamérica y España. El proceso de creación ha sido a la vez un proceso de deconstrucción y aprendizaje, como suelen ser los procesos más enriquecedores. Hemos generado conocimiento colectivo que esperamos continuar desarrollando. Queremos dar contenido a los conceptos desde la percepción de las mujeres hispanohablantes; recuperando los saberes locales, tradicionales y ancestrales. 

Las invitamos a sumar sus voces, para visibilizar aún más la diversidad de historias. La red está abierta a la participación de todas quienes quieran compartir este camino. 

¡Juntas somos más fuertes!

Marianela Camacho
Ana María González
Viviana Jiménez
Maribel Lozano
Natalia Naranjo


 
Referencias:
Bonilla, M., Camacho, M., Carrillo, A., González, A., Guzmán, A., Jiménez, V., Lozano, M., Naranjo, N., et al. (2021, enero, 27). Primer Gran Evento MyS- Biodesarrollo. (Archivo de vídeo).
Espinosa, J. (2017). Hacia otras economías. Críticas al paradigma dominante. Santiago de Chile: Revista Austral de Ciencias Sociales, 28, 209-212.
Foucault, M. (2006). Seguridad, territorio y población. Curso en el Collège de France (1977-1878). Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica de Argentina.
Fumagalli, A. (2010). Bioeconomía y capitalismo cognitivo. Madrid: Traficantes de Sueños.
Gómez, D., Barbosa, E., Rojas, W. (2017). El Biodesarrollo como ruptura de la categoría desarrollo. Bogotá: Ciencias Económicas, 2, 75-87. 
Maldonado, C. (2007). Complejidad: ciencia, pensamiento y aplicación. Buenos Aires: Universidad Externado de Colombia
Useche, O. (2008). Los nuevos sentidos del desarrollo. Ciudadanías emergentes, paz y reconstrucción. Bogotá: Universidad Minuto de Dios.