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Artículo de Opinión | Turismo Responsable

16-08-2021

Prioritats de vacunació per al turisme?

Antje Monshausen & Mareike Haase | Tourism Watch
La desigualtat mundial en l'accés a la vacunació contra la COVID-19 és enorme. Alguns països de Sud Global que més depenen de l'activitat turística han apostat per prioritzar la vacunació del seu personal. No obstant això, aquesta estratègia té també efectes no desitjats i no està exempta de nous riscos d'expansió del coronavirus. 
 


Crédito Fotografía: © Thomas Lohnes | Brot für die Welt

(article disponible només en castellà)

Actualmente, alrededor del 10% de la población mundial está totalmente vacunada, lo que corresponde a la cuota de vacunación de Alemania en marzo de 2021. Sin embargo, aunque en marzo se protegió principalmente a los grupos vulnerables en Alemania, no son los grupos más vulnerables los que se vacunan hoy en día a nivel mundial, sino los grupos económicamente más fuertes que ya están inmunizados. Diez países concentran el 75% de las dosis de vacunación. Los países más pobres han recibido menos del 0,5% de las vacunas hasta la fecha, y en algunos países ni un solo profesional sanitario está todavía protegido. Los aproximadamente 2.600 millones de dosis de vacunas que se han distribuido hasta la fecha habrían sido suficientes para vacunar a todo el personal médico y a todos los ancianos del mundo.

Prioridades de vacunación para el turismo 

Cada vez más países que dependen económicamente del turismo han decidido dar prioridad a los empleados de este sector: casi todas las islas del Caribe, Turquía y los países de Asia. La mayoría de ellos, al menos, han dotado de vacunas a su personal médico de antemano. No así en Egipto, por ejemplo. A pesar de que la tasa de vacunación en todo el país es inferior al 1%, el personal del sector turístico de ese país ya se está vacunando.

Ventajas para el turismo vacacional 

Cuando hay prioridades de vacunación para el sector turístico, uno de los requisitos para acceder a la vacunación es tener una relación laboral formal. Esto implica que solo las personas con un contrato de trabajo en un restaurante o un hotel, o las que están registradas oficialmente como guías de viaje, reciben la vacuna. Lo que se supone que debe evitar los abusos excluye de hecho a todos los que trabajan en la economía turística informal, alrededor del 50% en todo el mundo. Cuando la tasa de vacunación es alta en los hoteles, pero no fuera de ellos, los viajeros se preocupan por salir del hotel. Los grandes complejos turísticos, con sus modelos de "todo incluido", tienen una clara ventaja en el momento que los destinos vuelven a abrirse.

Turismo de vacunación del Sur al Norte 

Las cadenas hoteleras, como el grupo indio Oyo, muestran la cuota de vacunación de su personal en las solicitudes de reserva. Esto aumenta la presión sobre los solicitantes de empleo en un sector con muchos contratos de corta duración, que ahora intentan por todos los medios conseguir una de las escasas vacunas. No es de extrañar que los habitantes de los países con poca disponibilidad de vacunas inviertan mucho para inmunizarse contra el virus. Los billetes de avión de Perú a Estados Unidos, por ejemplo, cuestan hoy el triple que antes de la pandemia de COVID-19. La razón es la posibilidad de vacunarse en los EE.UU. sin vivir allí permanentemente. La ciudad de Nueva York incluso ha abierto centros de vacunación móviles en las principales atracciones turísticas como parte de su estrategia de reapertura. Una oportunidad que no sólo aprovechan los latinoamericanos acomodados, sino también las personas de Asia y Europa.

Altas tasas de vacunación como ventaja competitiva

Los países con altas tasas de vacunación son atractivos para los viajeros. Por ello, muchos pequeños estados insulares dependientes del turismo intentan volver a situarse en el mapa turístico mundial. Cuatro países del Caribe se encuentran entre los 10 países con mayores tasas de vacunación. Gracias a las alianzas geopolíticas –sobre todo con China, pero también con EE.UU.– han podido asegurarse las vacunas. En esta primera temporada turística con vacunas corona, estos destinos que se basan en el antiguo modelo turístico de sol y playa, no sostenible, están ganando ventajas competitivas.

África se queda atrás en la carrera de la vacunación  

Hasta ahora, menos del 1% de los africanos se han vacunado. En 2020 parecía que muchos países africanos iban a superar la crisis de la corona sin problemas en cuanto al número de contagios. Algunos operadores turísticos especializados en destinos africanos esperaban incluso que el continente pudiera abrirse de nuevo al turismo más rápidamente que otras regiones del mundo, y mejorar así de forma permanente su débil posición en el mercado internacional de viajes. Sin embargo, ahora, con las variantes más agresivas del virus, el número de infecciones y muertes está aumentando rápidamente.

Lo engañosa que es la seguridad de la vacunación, sin embargo, lo demuestra el estado insular de África oriental de Seychelles, que ocupa el segundo lugar en el mundo en cuanto a tasas de vacunación. Miles de veraneantes de Alemania ya viajaron allí en Semana Santa y Año Nuevo. A pesar de una tasa de vacunación del 68% de la población (18 y 21 de junio), la incidencia de 7 días ha vuelto a superar los 200. Las vacunas disponibles allí no parecen proporcionar una protección completa contra la infección y las nuevas variantes del virus se están propagando muy rápidamente entre sectores de población que todavía están desprotegidos.

Verano 2021: la precaución sigue siendo necesaria

En el verano de 2021 no basta con confiar únicamente en el propio estado de vacunación y esperar la libertad in situ que muchos aún recuerdan de los tiempos anteriores al COVID. En 2021 habrá que tener precaución en todos partes, sobre todo cuando se visiten países con una baja tasa de vacunación. Es necesario realizar pruebas y fases de autoaislamiento antes y después del viaje para limitar la incidencia de la infección. Aunque suene dramático: una crisis sanitaria costará más a los países del Sur Global que abstenerse del turismo internacional durante algunos meses más.

COVID-19 sólo se acabará cuando se acabe en todas partes 

La Organización Mundial de la Salud (OMS) prevé que, al ritmo actual de vacunación, habrá que esperar hasta 2023/24 para que toda la población mundial esté protegida contra el virus. Ningún país con actividad turística puede esperar tanto tiempo. Por lo tanto, la forma más rápida de salir de la crisis del COVID-turismo es la disponibilidad de suficientes dosis de vacunas en todo el mundo. Sólo así se podrán evitar las restricciones permanentes y las exigencias excesivas a los sistemas sanitarios. Si no se desarrollan y amplían las capacidades de vacunación en el Sur Global mediante la suspensión temporal de las patentes y los derechos de propiedad intelectual, no solo se derrumbará la justicia mundial, sino que se prolongará innecesariamente la pandemia de la corona con todos sus dramáticos efectos. Solo se acabará cuando se acabe en todas partes, y esto es especialmente cierto en un sector tan globalizado como el turismo.

 

 

Mareike Haase es asesora de política sanitaria mundial. Antje Monshausen es directora de Tourism Watch y asesora de políticas de turismo y desarrollo. Ambas trabajan en el departamento de políticas de Brot für die Welt, el servicio de desarrollo protestante en Alemania. Artículo publicado originalmente en inglés en Tourism Watch el 26 de junio de 2021. Traducción al castellano de Alba Sud. Lo reproducimos en el marco del acuerdo de colaboración entre Tourism Watch y Alba Sud.