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Información académica | Turismo Responsable | Islas Baleares

31-05-2016

Estudio sobre el metabolismo energético de las Islas Baleares

Los investigadores Javier Ginard-Bosch, Jesús Ramos-Martín e Ivan Murray publican en el Centro de Prospectiva Estratégica (CEPROEC) de Ecuador un estudio sobre los costes energéticos del turismo de masas entre 1986 y 2012 en uno de los principales destinos turísticos mundiales.


Crédito Fotografía: Amic Hoteles (bajo licencia creative commons)

El estudio «El metabolismo energético de las Islas Baleares (1986-2012). Del turismo de masas a la crisis financiero-inmobiliaria» ha sido publicado en la colección Documentos de Trabajo (núm. 3, 2015) del Centro de Prospectiva Estratégica (CEPROEC) del Instituto de Altos Estudios Avanzados (IAEN) de Ecuador.

Resumen

Múltiples investigadores de diferentes disciplinas señalan una relación creciente entre el consumo de combustibles fósiles y el deterioro socio-ecológico. También apuntan que la expansión del capitalismo a escala planetaria ha dado lugar a un desarrollo desigual, ampliando las brechas de riqueza y consumo de recursos entre personas y territorios.

Desde la segunda mitad del siglo XX algunas regiones del Mediterráneo, frente a un norte de Europa más industrializado y con mayor poder financiero, enfocaron su economía al turismo y otras actividades de bajo valor añadido. En España, el tercer país más visitado del mundo, las Islas Baleares son, probablemente, una de las regiones donde el sector turístico tiene más peso en la economía, representando casi la mitad del PIB. Por lo tanto, estudiando el caso balear se puede llegar a conocer mejor las consecuencias ecológicas, económicas y sociales de la especialización regional basada en el turismo de masas.


La metodología MuSIASEM ha sido desarrollada en las últimas décadas para analizar el metabolismo social desde la perspectiva de sistemas complejos. La aplicación de esta metodología al estudio de las Islas Baleares (1986-2012) ha permitido observar que desde la entrada de España en la Comunidad Económica Europea se ha ido reforzando el negocio turístico-inmobiliario dando lugar a un mayor consumo de energía fósil, un incremento de la inestabilidad laboral y una disminución de la productividad.