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17-10-2009

3ª Edición de la Muestra de Cine Árabe y Mediterráneo de Cataluña

La Muestra, organizada por SODEPAU y CINEBAIX, tendrá lugar del 22 al 25 de octubre de 2009 en Sant Feliu de Llobregat, Cataluña. Su programación incluye más de diez largometrajes de ficción y documentales. Incluimos la programación de la Muestra y un artículo del crítico de cine Josep Torrell.

Entre el 22 y el 25 de octubre de 2009 tendrá lugar en el municipio catalán de Sant Feliu de Llobregat la III Muestra de Cine Árabe y Mediterraneo.

La Muestra está organizada por las asociaciones Sodepau y CineBaix. Sodepau es una ONG con sede en Barcelona que trabaja a favor de la solidaridad, el desarrollo, la paz y los derechos humanos, con especial vinculación a Marruecos, Algeria y Palestina. Durante más de quince años ha desempeñado un papel clave de acercamiento y construcción de lazos de solidaridad y entendimiento entre la sociedad catalana y el mundo árabe.

Por su parte, la Asociación CineBaix es la responsable de la gestión de la sala de cine del mismo nombre en la localidad de Sant Feliu de Llobregat. La historia de esta sala está estrechamente vinculada a las iniciativas ciudadanas de la comerca del Baix Llobregat, convirtiéndose en un espacio de referencia de la cultura popular, la participación social y expresión de la diversidad cultural. En la sala se alterna la programación de películas comerciales con ciclos y muestras comprometidas con el séptimo arte. Desde enero de 2009 el CineBaix forma parte de la Red Europa Cinemas.

La Muestra de Cine Árabe y Mediterráneo de Cataluña se i inició el año 2006 como un proyecto cultural independiente con una clara voluntad de incidencia social. Entre sus objetivos destaca la voluntad de:

- Difundir y promocionar el cine árabe y mediterráneo en Cataluña para dar a conocer otra mirada desde dentro de estas sociedades sobre sus propias problemáticas y sobre el mundo actual.

- Crear un espacio de encuentro e intercambio para los profesionales del mundo del cine árabe, catalán y del resto del Estado español, así como establecer una estrecha colaboración con entidades que apuesten por la producción y la promoción de la filmografía árabe.

- Sensibilizar sobre la posibilidad de favorecer la convivencia entre los pueblos mediterráneos mediante la cultura y la expresión artística y a la vez contribuir en cambiar la imagen y los estereotipos sobre el mundo árabe y mediterráneo.

La edición de este año 2009 contará a Siria como país invitado. Asistirán a la Muestra la directora Hala Alabdalla, y los directores Ossama Mohammed, Maher Abi Samra y el padre del documental árabe, Omar Amiralay.


III Muestra de Cine Árabe y Mediterráneo. La oportunidad de descubrir, por Josep Torrell

Al otro lado del viento, más allá del Mediterráneo, están los países árabes. Allí, también hacen cine. Lo único que ocurre es que su cine no se ve. Por supuesto, aquí en occidente es así, pero tampoco en sus propios países se exhibe. Allí, al otro lado del Mediterráneo, sólo logra estrenarse la producción media, comercial y sin otro interés que el sociológico.

Los otros, los cineastas que saben hacer su oficio sin tropezar en groseras caídas de tono, hacen sus películas con dinero que, generalmente, viene del exterior y fían su distribución por los festivales de cine del mundo entero. Muchas veces, en su país están prohibidos. La opinión pública ha conseguido que les dejen trabajar —y los gobiernos aceptan porque necesitan las divisas— pero estrenar es otra cuestión.

Por ello, Sodepau y Cinebaix han organizado conjuntamente la III Muestra de Cine Árabe y Mediterráneo en el Cine Baix de Sant Feliu de Llobregat, los días del jueves 22 al domingo 25 de octubre de este año, para ver este cine que raramente se puede ver. Y han escogido un sitio muy significativo: el Cine Baix, que es una de las pocas salas autogestionadas que hay en Cataluña, y por ello constituye una insignia en favor de cines públicos. En cuatro días, ofrecen la posibilidad de ver once largometrajes (sólo uno de ellos ha sido estrenado, pero sin que nadie se enterara).

El programa de esta semana es realmente importante: es una muestra pequeña pero interesante. Hay cinco películas que ofrecen la oportunidad de descubrir el cine que no recala nunca en las salas comerciales, y dos de ellas, en particular, son merecedoras de nuestro apoyo y difusión.

Sacrifices (Sunduq al-dunyâ, 2002) de Ossama Mohammad y Los días de aburrimiento (Ayam aldajar, 2008) de Abdellatif Abdelhamid son dos películas sobre la infancia, diametralmente opuestas en su realización. Mientras la primera le debe mucho a la influencia de Andrei Tarkovski, la segunda pasa por ser una película convencional, en la que la belleza formal está travestida de envoltura del relato. Los dos cineastas estudiaron —como muchos otros en Siria— en el VIGK de Moscú y ello se nota mucho en la planificación (no hay repetición de planos, ni juegos de plano y contraplano). En Ossama Mohammad la línea del guión es extremadamente tenue, y lo que lo sostiene es el trabajo de la forma (el cómo, antes que el qué). Por el contrario, Abdellatif Abdelhamid es mucho más discreto pero con un trabajo de cámara que iguala al de su compañero.

Mujeres de Hezbolá (Femmes de Hezbollah, 2000) de Maher Abi Samra es un documental sobre la cara oculta del Partido de Dios. Entrevistando a una fundadora y a una joven militante, consigue que aparezca un matiz distinto sobre las mujeres que participan en él. El documental no es en absoluto condescendiente con respecto a Hezbolah, pero a la vez contiene indicios interesantes del camino futuro de sus mujeres.

El cumpleaños de Laila (Eid milad Laila, 2008) y Diluvio en el país del Baas (Toufan Fi Balad al Baas / Déluge au pays du Baas, 2002) son dos películas que merece ver y que vale la pena apoyar. Son películas muy ilustrativas de lo mejor que se hace en Oriente Medio.

El cumpleaños de Laila del realizador palestino Rashid Masharawi compitió el año pasado en el festival de San Sebastián, y luego tuvo un fugaz pase por los cines Renoir, antes de hundirse en el silencio. Abu Leila es un taxista un tanto especial: en realidad, es un juez al que la Autoridad Palestina dejó de pagar su retribución, y, mientras tanto, trata de ganarse la vida haciendo de taxista. Lo que vemos es sólo un día en su vida (el del cumpleaños de su hija). Pero las calles de Ramallah son un infierno, por donde ha de sobrevivir el taxista-juez.

El director de Diluvio en el país del Baas es Omar Amiralay. Quizás su nombre no suene, pero es, sin lugar a dudas, uno de las más hábiles maestros del documental contemporáneo. (En 1999 escribí ya una nota sobre Le plat de sardines, vista en Locarno.)

En su última película, Omiralay vuelve al lugar donde rodó su primer corto y lo reescribe, de modo que el resultado sea un balance crítico de los años del Partido de la Resurrección Socialista Árabe (Baas) en el poder. El lago Assad —en el transcurso del río Eúfrates— se convierte en algo contradictorio (según la opinión de las gentes o la de los dirigentes). Diluvio en el país del Baas es un inmejorable ejemplo de cómo es su cine. No hay un plano ni una secuencia de más: la racionalidad es el procedimiento que emplea para confeccionar sus películas.

Ver estas películas —las de Omiralay y Masharawi, pero también todo el ciclo— bien vale una excursión a Sant Feliu de Llobregat: el goce estético y el pensamiento crítico quedarán colmados.

Vea aquí la Programación de la Muestra.