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Nuevo Audiovisual | Territorio y recursos naturales

18-11-2011

Bajo Lempa: Después de la emergencia

Alba Sud produce un reportaje realizado por María Cilleros para Entrepueblos sobre la situación de emergencia vivida en el Bajo Lempa, El Salvador, tras lluvias torrenciales que cayeron a principios de octubre de 2011, y sus causas más profundas relacionadas con el cambio climático y las formas de enfrentarlo.

En el marco de la colaboración entre Alba Sud y Entrepueblos, que históricamente ha venido acompañando a las comunidades del Bajo Lempa, María Cilleros, documentalista y colaboradora de Alba Sud, se desplazó a los pocos días del inicio de las lluvias al Bajo Lempa acompañada por una delegación de Entrepueblos y ACUDESBAL, su socio local, para registrar la situación y los testimonios y opiniones de la gente del lugar. El reportaje, de poco más de 6 minutos de duración, sintetiza los hechos que ocurrieron, sus causas profundas vinculadas al cambio climático y las formas de enfrentarlo, así como las posibles alternativas expresadas por las organizaciones comunitarias del Bajo Lempa.

 

DESPUÉS DE LA EMERGENCIA:

Reproducimos a continuación el Comunicado de Entrepueblos sobre la situación de emergencia en el Bajo Lempa:

El Salvador: Bajo Lempa, más allá de la emergencia. El cambio climático tiene rostros y también responsables.

La región de la desembocadura del río Lempa y las comunidades que lo habitan son uno de los ejemplos de lo que cada vez ocurrirá con más frecuencia como consecuencia del Cambio Climático y de la ausencia de políticas globales y locales para enfrentarlo.

Como varias zonas de Centroamérica y otras muchas regiones del mundo, son territorios condenados a luchar permanentemente con las alternancias de sequías e inundaciones.

En el Bajo Lempa la cuestión se agrava, según denunciaron las propias comunidades en un comunicado publicado en esta misma web, por una gestión  de los caudales del río por parte de la Comisión Ejecutiva Hidroeléctrica del Rio Lempa, que prima los intereses económicos vinculados a la producción de energía, por encima de las vidas, viviendas y cultivos de las comunidades. También por la falta de políticas públicas realmente eficientes de prevención y gestión de riesgos.

Queremos manifestar que la principal causa de desbordamiento del rio Lempa, es ocasionado por las descargas sin control que realiza la presa hidroeléctrica 15 de septiembre, que por el afán perverso de producir energía e incrementar las ganancias de unos pocos, pasan por desapercibido que aguas abajo habitamos miles de familias campesinas que lo perdemos todo con las inundaciones, principalmente nuestros medios de subsistencia, como son los granos básicos.

No ha sido posible que La Comisión Ejecutiva Hidroeléctrica del Rio Lempa CEL, brinde un apoyo en la construcción de obras de protección, parece que les incomoda gastarse unos cuantos dólares de los centenares de millones de ganancias que obtienen cada año, después de sobre explotar los recursos naturales, y poner en peligro la vida de las miles de familias humildes que en la zona del Bajo Lempa habitamos.

El Ministerio de Agricultura y Ganadería, pone de manifiesto su falta de voluntad política para atender de manera integral la problemática de las inundaciones a nivel nacional, y específicamente en la zona del Bajo Lempa, esta aseveración la fundamentamos en la conducta expresada al momento de realizar las reparaciones de las partes dañadas de la borda, las cuales son carentes de ética profesional y de calidad técnica, esto sucede por ajustarse al recurso económico antes que al estudio y diseño de la obra, y, como consecuencia a la primera crecida del rio e incremento de las descargas por vertedero que realiza la presa hidroeléctrica colapsan.

Por si eso fuera poco el territorio de las comunidades de la zona se ve amenazado en los últimos años por la existencia de un mega-proyecto turístico en el que están depositados los intereses especulativos de los grupos más poderosos del país, y que sería incompatible con la actual vocación agrícola y ganadera extensiva de las comunidades, así como con una estrategia de soberanía alimentaria para El Salvador, ya que el Bajo Lempa es uno de los “graneros” del país. Por tanto, tampoco es tan sorprendente la falta de políticas de apoyo a las comunidades para la gestión de los desastres, ya que esa falta de políticas, por activa o por pasiva, viene jugando a largo plazo a favor de los intereses especulativos.

Varias de las comunidades del Bajo Lempa tienen una larga historia de organización, lucha y defensa de sus intereses colectivos. Por eso no se han quedado inertes ante estos problemas. Con al apoyo de varias organizaciones nacionales e internacionales, entre ellas Entrepueblos, han venido organizando planes comunitarios de prevención y respuesta inmediata para enfrentar los recurrentes desastres. Esta organización ha sido decisiva a la hora de que mitigar los efectos del cambio climático en la zona y, no cabe duda de que la intervención y la autoayuda comunitaria se ha demostrado la primera y la más eficaz para ello, sino la única, ante la precariedad e indolencia de la iniciativa pública.

Pero las comunidades no se han encargado solamente de prevenir y hacer frente a las contingencias naturales. También se han encargado de hacer frente a las causas políticas. En verano del 2009 el Bajo Lempa fue escenario de un Encuentro del Movimiento Comunidades Afectadas por el Cambio Climático (MOVIAC), un movimiento que está empezando a generarse en varios países de América Latina para reclamar políticas públicas a nivel nacional y para plantear la Deuda Ecológica y Climática de la que son acreedoras a nivel internacional.

Este es, pues, uno de los casos en los que se manifiesta más claramente la estrecha vinculación entre Cambio Climático, Soberanía Alimentaria y Deuda Ecológica, y que, por tanto, requiere un enfoque y un abordaje global implicando la sensibilización, la denuncia y la educación en los países que, como los nuestros, son “deudores” por las altas emisiones de carbono de nuestro modelo de producción y consumo.

La inhibición de los gobiernos y la llamada “comunidad internacional” en las grandes cumbres mundiales, como las de Copenhague o Cancún, para afrontar el Cambio Climático se ve aumentada en estos tiempos de crisis en los que los criterios de sostenibilidad ambiental quedan totalmente relegados a un segundo plano frente a la crisis económica. Y, sin embargo, todos los estudios, aunque ahora los medios de comunicación ya no les presten tanta atención como años atrás, vienen a confirmar que se están cumpliendo las predicciones más críticas sobre el calentamiento global.

Por eso y, por todos los años que llevamos cooperando con las comunidades del Bajo Lempa, desde Entrepueblos/Entrepobles/Entrepobos/Herriarte queremos manifestar nuestra solidaridad y nuestra determinación de acompañar a estas comunidades en la divulgación de su situación y denuncia, en dar a conocer sus demandas, así como de seguir trabajando sobre esta temática desde las diferentes dimensiones de la cooperación solidaria (cooperación, denuncia, educación sobre las causas y sobre las responsabilidades Norte/Sur, incidencia política, etc.).