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Artículo de Opinión | Turismo Responsable

30-10-2020

Alternativas en turismo, un debate sobre las disputas

Ernest Cañada | Alba Sud

A partir de la pregunta planteada por el semanario catalán Directa de si es viable un turismo alternativo al turismo de masas que sea de proximidad, sostenible y que rompa con las lógicas capitalistas, compartimos nuestras reflexiones. 


Crédito Fotografía: Anthony Georgeff, bajo licencia creative commons.

Bajo el capitalismo cualquier actividad económica se ve condicionada por las lógicas dominantes de acumulación y reproducción del capital. Otra cuestión es que se puedan construir formas de organización de la producción y el consumo que intenten escapar de esta hegemonía. Son las utopías reales, de las que hablaba el sociólogo marxista norteamericano Erik Olin Wright. Alternativas deseables, viables y factibles con las que avanzar un futuro postcapitalista. Hemos visto esfuerzos en esta dirección en diversos ámbitos, volumen y compromiso como propuestas de alternativa. Son una de las expresiones del pensamiento emancipatorio, que busca transformaciones ya, como ensayo y aprendizaje, pero también para resolver problemas concretos bajo otras lógicas.

La cuestión es si esto es posible también en el caso del turismo, con experiencias que se puedan reconocer en esta voluntad emancipatoria, es decir, con el propósito moral de eliminar cualquier forma de opresión o dominación y, a su vez, favorecer una expansión de las capacidades humanas que permitan una vida digna en una sociedad justa en paz con el planeta. Hay quien cree que nada bueno se puede esperar del turismo. Y, efectivamente, en su expansión, en un proceso global de turistificación, ha dado lugar a recurrentes expresiones de despojo, explotación y destrucción que se caracterizan por la violencia física, simbólica y estructural.

Pero, ¿cuál es el riesgo de naturalizar la actividad turística únicamente bajo las formas capitalistas hegemónicas? El argumento no resiste los contraejemplos que muestran iniciativas y resultados múltiples. Además, nos desconecta de las luchas cotidianas de las muchas personas que intentan mejorar sus condiciones laborales bajo las formas actuales de organización turística y de aquellas experiencias que intentan construirse bajo otras lógicas. Y sobre todo niega capacidad humana de transformación social. El turismo puede ser organizado bajo otros objetivos y formas de concreción.

La pregunta central será cómo hacemos posible esta transformación bajo perspectivas postcapitalistas. La posibilidad no viene dada, se dirime en la disputa, en las luchas sociales concretas que condicionan qué puede hacer el capital turístico y en la capacidad de sostener formas diferentes de producción y consumo. Y por lo tanto implica actores sociales, organizados colectivamente, que resisten y se afirman sosteniendo estas alternativas deseables, viables y factibles.

La coyuntura actual, marcada por la caída del turismo internacional debido a la COVID-19, ha replanteado los términos de la disputa. La pandemia ha puesto en evidencia la vulnerabilidad de territorios turistificados, y por tanto la impugnación a este modelo de acumulación gana posiciones en el debate público. Ahora, temporalmente, y bajo una gran incertidumbre, en los últimos meses las posibilidades del turismo se han trasladado a la proximidad. Esto abre algunas grietas. Por un lado, la industria turística no se puede sostener solo en los mercados locales, y esto hace que la competencia entre capitales por su supervivencia agudice. Por otra parte, la reducción de la movilidad internacional quita presión a la huella ecológica generada. Estos factores no se pueden menospreciar. Al mismo tiempo, la presión sobre ciertos territorios en este nuevo ciclo se acentúa. Las alternativas no son potencialmente emancipatorias en abstracto, dependen de un determinado contexto. Y lo que puede servir en un lugar, puede ser contraproducente en otro. Por sí misma, la proximidad no rompe las lógicas capitalistas, pero potencia nuevos escenarios de disputa social que son las que históricamente harán viables o no otras formas de producción y consumo turístico.

 

Este artículo se publicó originalmente en catalán en el semanario Directa el 15 de septiembre de 2020, a partir de la pregunta "¿Es viable un turismo alternativo al turismo de masas que sea de proximidad, sostenible y que rompa con las lógicas capitalistas?"