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Nueva Publicación | Turismo Responsable | México

15-10-2020

La defensa del espacio vital, frente al tecnocrático y abstracto

Macià Blázquez | Alba Sud

Prólogo del libro de Ángel Fabián Calvario-Morales y Alejandro Palafox-Muñoz, "La producción del espacio turístico en Puerto Morelos, México", que publicamos bajo el sello Alba Sud Editorial.

La práctica política ciudadana surge de la socialización de la vida cotidiana, mediante el estrechamiento de las relaciones colectivas, en el vecindario y las comunidades. Haciendo de la necesidad virtud, dicha práctica se refuerza cuando la gente se revela para defenderse de la explotación, la exclusión o la desposesión. Estas amenazas provienen, de forma constante, de la dominación mediante lógicas tecnocráticas del estado y del capital. Los territorios litorales (como es el caso de Puerto Morelos, estudiado en este libro) son preferidos para el desarrollo turístico, y se convierten en una presa frecuente de dichos procesos de explotación, exclusión y desposesión de las clases sociales locales desfavorecidas.

Calvario-Morales, Á. F. y Palafox-Muñoz, A. (2020). La producción del espacio turístico en Puerto Morelos, México. Barcelona: Alba Sud Editorial. Prólogo de Macià Blázquez. Puede descargar el libro haciendo clic AQUÍ.

Uno de los principales instrumentos de esa hegemonía territorial del capital es aquel urbanismo que convierte el espacio en mercancía. Su arma más efectiva es su disfraz, mediante sistemas de saber, jergas y técnicas incomprensibles para el resto de mortales. Técnicos expertos complacientes, acríticos y serviles se hacen de este modo imprescindibles al poder. Así se consigue un diseño del territorio favorable a la acumulación de capital, definiendo los usos del suelo, qué espacios serán urbanizables o cuál será el trazado de las infraestructuras (carreteras, puertos, aeropuertos, etc.). La clase dominante, el capital y el estado imponen así su lógica, apropiándose de los instrumentos de planificación, mediante una objetivación abstracta del espacio, funcionalista, cuantificable, cartesiana, fría y represiva.

El planeamiento urbanístico y territorial confiere así un valor artificial al espacio. En lugar de defender su valor de uso que debería atender a las necesidades colectivas y al bien común, favorece su valor de cambio como mercancía con la que extraer beneficios especulativos. Ese sometimiento de las decisiones de las administraciones públicas al dictado del capital despoja a la población local de las decisiones territoriales y urbanísticas de mayor calado. Es decir, los asuntos más importantes, como la urbanización o la ampliación de las infraestructuras, se deciden en las más altas instancias institucionales, allí donde a menudo se confunden los consejos de administración de grandes corporaciones con los gobiernos públicos. Así sucede que se despoja al pueblo del poder de decisión sobre su espacio y también sobre su futuro.

Los territorios marginales, hasta el momento mayormente ignorados e ignotos para el capital, son los más propicios a convertirse en su presa, capturando la máxima rentabilidad. Este patrón caracteriza los desarrollos turísticos-inmobiliarios en los destinos denominados “emergentes”; como sucedió y aún sucede, por poner algunos pocos y diversos ejemplos, en Cabo Verde, Zanzíbar, Salvador de Bahía, Bávaro o ahora en Puerto Morelos.

Los profesores Ángel Fabián Calvario Morales y Alejandro Palafox-Muñoz desmenuzan con mucho acierto en este libro el litigio territorial de Puerto Morelos, combinando metodologías científicas que vinculan categorías teóricas con estudios del marco regulatorio, la gobernanza y el sentir popular mediante el sondeo con técnicas de entrevista. Los autores fundamentan firmemente sus postulados en teorías del espacio, clarificando primeramente conceptos marxistas, basándose especialmente en trabajos de Henry Lefebvre.

En segundo lugar, explican el devenir histórico de su ámbito de estudio, fuertemente influido por la creación en 1974 del Centro Integralmente Planeado de Cancún (ya esbozado por decreto en 1971), de la mano del recién creado Fondo Nacional de Fomento del Turismo del gobierno mexicano. Puerto Morelos fue en aquel tiempo un asentamiento pesquero, patio trasero de la capital regional Benito Juárez, débilmente secundado por su Escuela Secundaria Técnica Pesquera número 7 Primero de Junio, centros de investigación oceanográfica e incluso viendo su arrecife protegido con la figura de Parque Nacional.

En tercer lugar, los autores explican las representaciones administrativas del espacio abstracto a partir del estudio de instrumentos urbanísticos, con mapas, coremas y muchos acrónimos, como por ejemplo PDU (Plan de Desarrollo Urbano), POE (Plan de Ordenación Ecológica) o incluso PMDUS (Programa Municipal de Desarrollo Urbano Sustentable) (dejo el descifrado de su despliegue a la imaginación o a la lectura detallada del libro). El diseño cartográfico abstracto de componentes homogéneos del territorio, a través de dichas figuras de planeamiento utilizadas como instrumentos de la dominación tecnocrática, defiende mejor los intereses económicos que el bienestar colectivo.

Por último, el trabajo de los profesores Calvario-Morales y Palafox-Muñoz ilustra una visión diferencial del espacio a partir del relato, mediante el recurso a fuentes orales y periodísticas, de las resistencias locales en defensa del territorio, la calidad de vida local, la exigencia de transparencia a las administraciones públicas o el acceso público al mar. Toman como ejemplo la desposesión por parte de las fuerzas combinadas del mercado y de las administraciones públicas de dos “espacios de representación”: la Escuela de formación profesional antes mencionada, convertida en tiempos recientes en un símbolo de los valores comunitarios, al verse amenazada por el cierre para “sacar mejor provecho” urbanístico y turístico de sus dos hectáreas de frente litoral, mercantilizando bienes públicos y comunales; y la “Milla de Oro” de 8 quilómetros de costa, de la que Puerto Morelos fue despojado, a raíz del establecimiento de la frontera municipal al sur del paralelo de latitud 21, tras su segregación de Benito Juárez en 2016.

Aquí llegados, confieso que me identifico con el quehacer de los profesores Calvario-Morales y Palafox-Muñoz, en la tarea de democratizar las decisiones sobre el territorio. Aspiramos a hacer cuanto esté en nuestras manos para descifrar los discursos territoriales que, a menudo, no persiguen otra cosa que abrumar, hacer sentir ignorantes y desmotivar a la gente corriente. La clase dirigente, el capital y el estado persiguen así administrar el espacio para organizarlo a favor de la acumulación del capital, mercantilizando cada rincón de nuestro entorno a costa de nuestro bienestar y de la sostenibilidad. La participación en los procesos de discusión y tramitación administrativa del planeamiento territorial y urbanístico resulta ser muy frustrante, por la hegemonía del afán de lucro y del paradigma del crecimiento insostenible. Pero no se me ocurre mejor manera de proceder, cuando no, para promover la transparencia de los procesos públicos de toma de decisiones.

 

Ángel Fabián Calvario-Morales. Antropólogo Social por la Universidad Veracruzana. Maestro en Gestión Sustentable del Turismo por la Universidad de Quintana Roo. Profesor Investigador de Tiempo Completo, en la División de Turismo, de la Universidad Tecnológica de Cancún. Miembro de la Red de Estudios Multidisciplinarios de Turismo (REMTUR). Líneas de interés: producción del espacio, ciudades turísticas y derecho a la ciudad.
Alejandro Palafox-Muñoz. Licenciado en Turismo, Maestro en Estudios Turísticos y Doctor en Ciencias Ambientales por la Universidad Autónoma del Estado de México. Profesor-Investigador de Tiempo Completo en la División de Desarrollo Sustentable de la Universidad de Quintana Roo. Miembro Fundador de la Academia Mexicana de Investigación Turística (AMIT). Miembro del Sistema Nacional de Investigadores Nivel 2. Líneas de interés: Estudio del turismo desde la perspectiva de la economía política y la ecología política.