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Reportaje | Turismo Responsable | Cataluña

31-12-2019

Movimientos sociales frente a conflictos socio-ecológicos por turismo en Cataluña

Marta Salvador | Alba Sud

En Cataluña proliferan los conflictos socio-ecológicos, en algunos casos provocados por la extensión de la dinámica turística. Esto ha dado lugar a la proliferación de movimientos activistas y plataformas con el objetivo de hacer frente a las amenazas que sufren sus territorios.


Crédito Fotografía: Llorenç Planagumà | CST.

A menudo las noticias que nos llegan sobre la actividad turística a Cataluña destacan cifras que, o bien contabilizan el número de turistas, o bien hacen referencia a términos económicos. En este último año, son abundantes los medios de comunicación que han expuesto que la llegada de turistas extranjeros ha crecido en el territorio catalán, que Cataluña es la primera comunidad autónoma en recibir turistas y donde más se gasta, etc. De estas informaciones se pueden extraer mayoritariamente datos positivos, de los cuales se hacen lecturas sobre la oportunidad que ofrece el turismo en el territorio a la hora de desarrollarse, diversificar su economía o crear nuevos puestos de trabajo directos e indirectos.

No obstante, este relato del turismo no es visto por todos con los mismos ojos. Además de las conocidas problemáticas turísticas en Barcelona, el resto del territorio catalán también ve crecer los impactos que se derivan de la actividad turística, mientras que, a su vez, padece invisibilización en la sombra mediática de la capital. Es por eso que factores como la sobreexplotación del medio, la mala gestión de los recursos naturales, las dinámicas especulativas o el aumento del número de segundas residencias, entre otros, derivan en una creciente conflictividad socio-ecológica. A su vez, este malestar social genera la creación de plataformas en diferentes grados de maduración de los conflictos y de la propia organización social.

Este debate se enmarca dentro del encuentro que tuvo lugar el día 11 de diciembre de 2019, organizado por Alba Sud, el Centre per a la Sostenibilitat Territorial, el Observatori de l’Alimentació - ODELA y la Xarxa de Consum Solidari, donde diversas plataformas, entidades, asociaciones y académicos se encontraron con el objetivo de compartir experiencias relacionadas con conflictos vinculados con el turismo en Cataluña. Más concretamente, las organixaciones participantes fueron: Aturem BCN World, SOS Costa Brava, SOS Pirineus y Salvem La Molina, Salvem Les Valls, Tosca Serveis Ambientals, Plataforma pel riu Siurana y Plataforma Estima Font del Gos. Esta iniciativa es parte de un proceso de investigación-acción que, entre otros resultados, prevé la realización de un informe sobre conflictos socio-ecológicos y turismo en Cataluña que será publicado por Alba Sud dentro de su colección de Informes en Contraste.

En este artículo, que recoge buena parte del debate mantenido, se plantean sintéticamente los diferentes conflictos por los cuales luchan estas plataformas, que actualmente son un agente activo en la defensa del territorio catalán.

Aturem BCN World

La plataforma Aturem BCN World nació el año 2012 con el objetivo de investigar y denunciar un modelo concreto de turismo que se está intentando imponer en la Costa Dorada, concretamente la construcción de un macrocomplejo turístico conocido como BCN World. La empresa promotora del proyecto y el Gobierno de la Generalidad defienden esta iniciativa asegurando que se crearán entre 20.000 y 40.000 puestos de trabajo directos e indirectos, y que se asegurará una presencia turística que romperá con la actual dinámica de estacionalización. No obstante, la plataforma Aturem BCN World pone sobre la mesa que este proyecto perpetuará un modelo de turismo de masas atraído por el ocio nocturno, el juego y las playas artificiales, desestimando modelos alternativos que impulsarían los valores naturales, culturales, agrarios e inmateriales de la zona. Además de todo esto, los activistas denuncian el gran impacto ambiental y la destrucción del territorio que supone esta operación especulativa en el Campo de Tarragona.

Este conflicto, no obstante, se inicia años antes en 1989 cuando el gobierno de Jordi Pujol aprobó el decreto que permitía la expropiación de 800 hectáreas de terreno donde se planteaba la construcción del primer gran parque temático. La mitad de la extensión fue destinada a la construcción del Centro Recreativo y Turístico (CRT) Port Aventura, inaugurado el año 1995 y que posteriormente fue ampliado en 2002.

En 2012, una vez el proyecto Eurovegas, del magnate Sheldon Adelson, fracasó en su implementación a Cataluña, La Caixa (propietaria de los terrenos como única accionista) y la promotora Veremonte anunciaron la construcción de BCN World. Este macrocomplejo turístico proyectado entre los municipios de Vila-Seca y Salou, contaba con seis parques temáticos ambientados en diferentes territorios del mundo, complejos hoteleros y casinos.

Con tal de favorecer la tarea de los inversores, en 2013 la Generalitat planteó una rebaja del 10% de los tributos que se imponen a los casinos, propuesta que se aprobó por ley en el Parlamento al año siguiente. Con las facilidades obtenidas, un total de cuatro sociedades superaron el concurso de licencia de casinos y pudieron optar a la segunda fase del concurso, de la cual se retiraron. A finales de 2014, la Generalitat anunció a través de Incasòl (Instituto Catalán del Sol) la opción de compra de 150 hectáreas a la Caixa por 120 millones de euros.

Aunque inicialmente se aprobara en julio de 2015, el Plan Director Urbanístico fue finalmente aprobado en diciembre de 2016. Este plan reducía en un 29% la superficie de los hoteles, rebajaba la altura máxima de los edificios de 90 a 75 metros y establecía una fianza de 2,5 millones de euros a las sociedades candidatas. No obstante, a mediados de 2016 dos de las tres sociedades preseleccionadas para financiar este proyecto se retiraron y únicamente quedó Hard Rock.

Imagen de la Plataforma Aturem Barcelona World.

Habiendo obtenido la licencia de juego de la Generalitat en mayo de 2018, Hard Rock abonó una fianza de 7 millones de euros. A pesar del acuerdo y la aprobación definitiva del PDU, los terrenos siguen siendo propiedad de la Caixa a través de Criteria, su grupo inversor; de esta manera el acuerdo vinculaba la entidad bancaria con el Gobierno, con Incasòl como intermediario. Esta operación económica ha estado criticada por parte de grupos parlamentarios como en Comú-Podem o la Cup, así como también por la plataforma Aturem BCN World, argumentando que supone un elevado riesgo y que oculta intereses que no tienen nada que ver con el beneficio para el territorio. Por su parte, el gobierno catalán afirma que la compra de los terrenos a través de Incasòl solo se llevaría a cabo con la inversión de Hard Rock y que, por lo tanto, no supondría ningún gasto en las arcas públicas; mientras que defiende los beneficios directos y las oportunidades que se generarían en el territorio.

Durante el último mes de noviembre de 2019, la Generalitat ha aprobado una segunda prórroga de tres meses (siendo la anterior de un año), para que Hard Rock compre los terrenos y obtenga la licencia definitiva para empezar las obras. Desde la plataforma Aturem BCN World y el Grup d’Estudi i Protecció dels Ecosistemes Catalans (GEPEC), instan a la Generalitat a que revoque la licencia a esta empresa, la cual aún no ha aportado toda la documentación y los proyectos necesarios para la construcción del CRT.

SOS Costa Brava

La plataforma SOS Costa Brava, que nació en agosto de 2018, está formada por una treintena de plataformas unidas con tal de hacer frente a las diversas amenazas que sufre el litoral gerundense en aspectos como el medio ambiente, el paisaje y la calidad de vida de los habitantes. A pesar de la corta vida de esta plataforma, los grupos conservacionistas que la conforman acumulan años de experiencia en la defensa del territorio.

La Costa Brava, como muchos otros territorios alrededor de Cataluña, afronta las consecuencias de una problemática extendida a otras zonas, como es la especulación urbanística. A esta dinámica se le suman factores como el agotamiento de la capacidad de carga del territorio, la falta de suministro de agua y la proliferación de las segundas residencias. El conjunto de estas variables dificulta el acceso de los locales a las viviendas de la Costa Brava y empeora sus condiciones de vida ya que todo su entorno se ve alterado por procesos de construcción constantes.

Además de sus luchas particulares, que cada entidad afronta, actualmente SOS Costa Brava está estudiando en detalle el nuevo Plan Director Urbanístico de Revisión de los Suelos No Sostenibles del Litoral Gerundense (PDU-CB), que salió a exposición pública el 2 de diciembre de 2019. Aunque las primeras valoraciones de la plataforma son positivas, ya que con los Planes Directores se empieza a actualizar un planeamiento urbanístico obsoleto, enfatiza la necesidad de revisar estas políticas con tal de hacerlas más restrictivas en todas aquellas zonas que se ven amenazadas. Una de las revisiones que propone SOS Costa Brava es la ampliación de los parámetros que se utilizan en el Plan Director, como contemplar la huella de carbono, la movilidad, la justicia social, etc.

Manifestación en Cadaqués el 9 de marzo de 2019. Fuente: SOS Costa Brava.

SOS Pirineus

El Pirineo catalán es una de las zonas más ricas de Cataluña, donde la oferta se extiende sobre todo a nivel deportivo, pero también a nivel cultural e histórico. Esta diversidad se puede atribuir en gran medida a la extensión de los Pirineos, que engloba un total de once comarcas. No obstante, es una zona que tiene que hacer frente a un gran número de amenazas y es por eso que las plataformas ecologistas del Pirineo y Prepirineo se constituyeron en una plataforma unitaria, llamada SOS Pirineus, en la primavera de 2019.

En ese momento se coordinaron para crear un espacio en común de denuncia, redactando un manifiesto que pone sobre la mesa las diferentes amenazas sobre el medio ambiente y las condiciones y formas de vida de los Pirineos. De entre sus objetivos se encuentra la lucha común contra la especulación en cada parte del territorio en concreto y la generación de un debate con la población local versus la candidatura de los Juegos Olímpicos de Invierno Pirineos-Barcelona 2030. Respecto a esta última polémica, SOS Pirineus denuncia falta de transparencia y la exclusión de las voces de agentes locales, además de poner énfasis en argumentos climáticos contrarios a la celebración de los JJOO de invierno.

A parte de las demandas particulares de cada organización, en su manifiesto SOS Pirineus planea unas medidas conjuntas. De entre ellas se encuentran: la aprobación de un régimen afectivo de protección del territorio; la declaración de Reserva de la Biosfera; la revisión de los planeamientos urbanísticos y desclasificación de suelos urbanizables; la aprobación de políticas públicas que garanticen un modelo socioeconómico digno basado en la recuperación de los oficios; la creación de canales que dinamicen procesos participativos y que permitan la celebración de una consulta sobre la candidatura olímpica.

La Molina. Fuente: To Turc, licencia creative commons

Una de las asociaciones que forman parte de SOS Pirineus es Salvem La Molina. Esta organización nació el verano de 2009 con el objetivo de defender el territorio de La Molina que se veía amenazado por la construcción masiva y, en algunos casos, fuera de la normativa. Es por eso que, durante sus años de actividad, la plataforma ha conseguido parar el POUM del Ayuntamiento de Alpe que hubiera permitido la construcción de nuevos edificios e irregularidades en el territorio.

Actualmente, Salvem La Molina mantiene dos líneas de trabajo: la primera, a nivel municipal, estableciendo un diálogo con el Ayuntamiento de Alpe con tal de explotar sus competencias a la hora de custodiar las infraestructuras y el patrimonio y, por otra, mantener un contacto permanente con entidades gubernamentales como la Secretaria de Deportes, responsable de la candidatura de los JJOO, y el Departamento de Territorio y Sostenibilidad, que elabora los Planes Directores Urbanísticos que incluyen La Molina.

Salvem les Valls

Salvem les Valls es una plataforma legalmente constituida en 1995 para denunciar la construcción del túnel de Bracons en la Garrotxa. Con el objetivo de mejorar la accesibilidad entre las comarcas de Osona y la Garrotxa, la Generalitat estudió la posibilidad de ampliar el tramo Manlleu-Olot, que forma parte del eje Vic-Olot, pasando por Bracons. Es en ese momento cuando un grupo de activistas se unió en asociación, creando la Plataforma Salvem les Valls para denunciar este proyecto a través de actividades reivindicativas e informativas.

Este conflicto, que llegó a tener una fuerte eco mediático, tuvo un punto de inflexión en 2003 cuando se inician las obras del túnel de Bracons por la parte de Osona. A pesar de la oposición ciudadana que pedía detener el proyecto, las únicas modificaciones que impulsó el gobierno de la Generalitat fueron la reducción del número de tramos y de la extensión del túnel. Finalmente, la inauguración del túnel tuvo lugar en abril de 2009, a pesar de la lucha continuada de Salvem les Valls, que tuvo que lidiar con el prestigio social que en ese momento suponía la creación de esta infraestructura. En 2006, a partir del núcleo de gente que formaba Salvem les Valls, se creó el Centre per a la Sostenibilitat Territorial (CST), con el objetivo de promover una nueva cultura del territorio en Cataluña a través de la dinamización y la consolidación de una red de complicidades con entidades ambientalistas y movimientos en defensa del territorio, profesores e investigadores universitarios, agentes económicos y profesionales y ciudadanos.

Movilización contra el túnel de Bracons, 2004. Imagen de Oriol Piferrer | Salvem les Valls.

Actualmente el túnel de Bracons es una vía turística para la mayoría de barceloneses que quieren ir a la Garrotxa. Una de las preocupaciones del sector del turismo rural respecto a la construcción de esta vía de comunicación era el acortamiento de distancias que, por el hecho de facilitar las visitas de un solo día, reduciría el número de pernoctaciones en la zona.

Un ejemplo de este fenómeno es el aumento de las visitas a la Fageda d'en Jordà durante la estación de otoño, tal como alerta Tosca Servicios Ambientales. Aunque actualmente no es una situación percibida como problemática y, por tanto, no ha derivado en un conflicto abierto, comienza a generarse un cierto malestar entre los vecinos de la zona. Así pues, se puede considerar un conflicto incipiente de la hiperfrecuentación del medio natural, donde en los últimos años ha habido un aumento de visitantes en el Parque, llegando a superar por primera vez la capacidad de carga en la temporada 2018. Uno los mayores problemas con que se encuentran es que los visitantes hacen uso del vehículo privado para llegar al parque, lo que supone un colapso en los aparcamientos de la Fageda.

Plataforma pel riu Siurana

El río Siurana, afluente del Ebro, se encuentra en la comarca del Priorat y forma parte de la Red Natura 2000, catalogado además como Zona de Especial Protección de las Aves y Lugar de Importancia Comunitaria. La problemática con el río Siurana gira alrededor de la gestión y el uso de su caudal, cuyo derecho de explotación es actualmente de la entidad privada de la Comunidad de Regantes del Pantano de Riudecanyes.

La plataforma pel riu Siurana denuncia que la Comunidad de Regantes trasvasa un 90% del agua que recoge el Pantano de Siurana para regar los cultivos situados en la comarca del Baix Camp y que, por tanto, no cumple con el umbral de 200 litros por segundo que hay que respetar aguas abajo. Por otra parte, la Comunidad y la Agencia Catalana del Agua (ACA) alegan que los 20 litros por segundo que actualmente respetan son suficientes, datos que la plataforma niega.

Confluencia del Siurana con el río Ebro en diciembre de 2015. Fuente: Plataforma pel riu Siurana.

Teniendo en cuenta la situación actual que vive el río Siurana, la plataforma pide una gestión pública, transparente y sostenible del agua; el derecho a la participación sobre las decisiones del uso del agua en los pueblos de la cuenca del río y el mantenimiento de un caudal ecológico que asegure la vida del río. Además, se ha creado la Mesa del Siurana con el fin de establecer un espacio de diálogo entre todas las partes que permita encontrar una solución al conflicto surgido por el uso de los recursos hídricos del Priorat y el Baix Camp. A pesar de los esfuerzos conjuntos, la Comunidad de Regantes del Pantano de Riudecanyes no asistió a la última sesión de la Mesa del Siurana del 11 de diciembre, argumentando que les faltaban documentos e información que debían analizar previamente al encuentro.

Plataforma Estima Font del Gos

Font del Gos es un barrio de Barcelona que pertenece al distrito de Horta-Guinardó, con una población mayoritariamente envejecida de 400 personas y unas 100 casas. No obstante, no fue hasta el 2016 que, con la celebración de su primer consejo de barrio, se constituyó como tal. Su historia se remonta a 1976, cuando quedó urbanísticamente remodelado como parque forestal en el Plan General Metropolitano de Barcelona. Por este motivo las licencias de obras, que ya se habían otorgado y se estaban ejecutando, se retiraron de golpe, provocando que los vecinos, en verse sin alternativa, optaran por construir sus casas a escondidas y sin permisos. Con el tiempo, los vecinos y vecinas han ido viendo cómo la zona ha quedado desatendida por el ayuntamiento y cada vez les faltan más recursos como alcantarillado, red eléctrica, escuela para los niños y niñas, comercios locales, buena accesibilidad y no solo con transporte privado, etc. Todas estas demandas están agrupadas por la Plataforma Estima Font del Gos, que lidera las propuestas vecinales.

Algunos de los proyectos de mejora que se han planteado a lo largo de los años, como el que tenía que remodelar la parte central del barrio y permitir algunas nuevas construcciones que mejorasen la calidad de vida, han sido frenados por parte de la Generalidad alegando que no se podían realizar estas actuaciones dentro de un espacio considerado Parque Natural. A través de esta consideración, las autoridades gubernamentales han impedido que los vecinos y vecinas pudieran remodelar sus casas, hecho que aumenta la precarización de los edificios, tal como denuncian los mismos afectados. Este barrio, que a menudo ha sido llamado “barrio congelado”, también formaba parte del proyecto Les Portes de Collserola impulsado por el Ayuntamiento en 2011, que pretendía abrir la ciudad de Barcelona a la montaña, definiendo 16 puertas que enlazarían el tejido urbano con los espacios naturales. Este proyecto, que no se llevó a cabo, probablemente habría cambiado el rumbo del barrio de la Font del Gos e, incluso, se habría introducido dentro de la oferta turística de la ciudad, generando conflictos diferentes a los actuales.

En el año 2015 se produjo un incendio en la carretera de Horta a Cerdanyola, que afectó al barrio de la Font del Gos a causa de su proximidad y quemó un total de 19,7 hectáreas de Collserola. Las investigaciones realizadas con posterioridad concluyeron que el incendio se había originado a causa del mal estado del cableado de dos torres eléctricas. Este incidente provocó que desde la asociación de vecinos se alzara la voz para reclamar mejoras en el mantenimiento forestal de la zona y renovar el cableado eléctrico, con medidas como su soterramiento.

Conclusiones

Todos estos casos de plataformas y entidades asociadas para hacer frente a conflictos socio-ecológicos vinculados al turismo fuera de Barcelona, muestran la necesidad de resituar el foco de atención y desplazarlo también hacia territorios que llevan muchos años combatiendo una situación de amenaza constante, vincluada a procesos de gentrificación, pérdida de espacios naturales, sobreexplotación de los recursos híbridos, fragmentación del territorio, pérdida del carácter del paisaje, entre otros. La mayoría de entidades activistas presentes en Cataluña están centradas en casos muy concretos, no obstante, algunas plataformas empiezan a escalar territorialmente, como ha pasado con SOS Costa Brava o SOS Pirineos.

Así como se han creado alianzas entre diversas entidades, también han surgido entre agentes que, hasta el momento, no habían compartido espacios de lucha ni de reivindicación, fortaleciendo una red local de grupos y personas comprometidas con el territorio. De esta manera, hay un efecto de movimiento y empoderamiento que ayuda a estas plataformas a ser muy perseverantes y profesionales. A la vez, se abren espacios de reflexión y debate, donde se incorporan nuevas formas de gobernanza y participación, creando un estado de opinión sobre esta lucha compartida.

Por otro lado, estas entidades se encuentran con ciertas dificultades que fueron expuestas durante la mesa de trabajo. De entre ellas se encuentra el hecho de que la mayoría de personas implicadas son activistas de base que cuentan con presupuestos limitados para intentar hacer frente a procesos muy lentos que obligan a una lucha continuada y perseverante. Además de encontrarse con obstáculos económicos, también tienen dificultades para reunirse e invertir el tiempo necesario para enfrentarse a agentes que les superan en capacidad y dimensión, desde grandes empresas hasta instituciones públicas.

Un punto en común que tienen todas estas entidades es conseguir un bienestar social y medioambiental que últimamente se ha visto amenazado por el cambio climático. Este fenómeno global se ve reflejado sobre todo en los cambios del paisaje de cada zona, que las entidades defienden con tal de poder preservar su identidad local. Es por eso que, aunque cada lucha se centra en una parte concreta del territorio, es interesante conocer las diversas acciones que se están llevando a cabo y hacer una reflexión global de la situación de Cataluña versus las amenazas que ciertas tipologías de turismo suponen para la sociedad y el medio ambiente.

 

Este artículo se publica en el marco del proyecto «Barcelona como emisora de turistas. Impacto en el espacio rural catalán», ejecutado por Alba Sud en consorcio con la Obvervatori de la Alimentación - ODELA y la Red de Consumo Solidario, y la colaboración del Centro para la Sostenibilidad Territorial - CST y el apoyo de la Ayuntamiento de Barcelona - concovatòria de acción comunitaria y asociacionismo.